sábado, 31 de octubre de 2015

CON CRISTO EL ASUNTO FUNCIONA AL REVÉS

"Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" - Marcos 10:43-45

   El ambiente estaba tenso entre los discípulos del Señor; y es que Jacobo y Juan había solicitado sentarse a ambos lados de Cristo cuando estuviera en su gloria. Los diez restantes se enojaron, y quizá no tanto por la petición en sí sino porque no se les ocurrió a ellos pedirlo primero. De todas maneras el Señor se encargó rápida y efectivamente de dejarles una lección que derivó en una declaración única de su parte y que ninguno de nosotros se encuentra excento de considerar.
    Lo que hacen los que siguen a Cristo es lo opuesto a lo que hacen los que no le siguen; porque la diferencia radica escencialmente en la naturaleza que poseen. El razonamiento natural de cualquier ser humano es que siempre es favorable crear oportunidades y situaciones en las que pueda "ser servido" y procurará evitar de manera evidente o no "servir" al prójimo. Otra vez, la inclinación del corazón es hacia la elaboración de la grandeza personal y hacia la ocupación del primer lugar. Primero en servirse en la mesa, primero en la cola del supermercado, primero en tomar el control remoto del televisor, primero... siempre primero. 
    Pero el Señor les instruyó bien y les dijo que la cruz era el filtro que definía todo "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (45) Es el versículo central del evangelio de Marcos; él dio su vida para servir y él dio su vida para sacrificarla. En Jesús, esta fue la razón para la redención de los muchos por quienes se entregó, en nosotros significa el traspaso de derechos para que él haga por medio nuestro su propia voluntad.
    ¿Cuánto podemos dar?, esa es la pregunta correcta, no cuánto podemos obtener; "¿Ha tomado él tu corazón? Quizá él reside allí, pero ¿preside allí también?" (Vance Havner) La similitud con Cristo solamente es posible por la identificación con él; y el resultado es la manifestación de un siervo, no la de un gobernante, y sin embargo promueve la formación de un verdadero líder, uno ejemplar pero completamente opuesto al modelo que este mundo promueve y que no honra a Cristo ni lleva la gloria para Dios.  
    
¡Dios te bendiga!

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viernes, 30 de octubre de 2015

RECUERDOS QUE INSTRUYEN

"Acordaos de la mujer de Lot" - Lucas 17:32

    Si no conoces bien tu Biblia te vas a perder grandes lecciones que son necesarias para cualquier hijo de Dios; si no lo crees, fíjate en el pasaje de hoy donde el Señor Jesús utiliza una breve frase para agilizar la memoria de los discípulos que le seguían y así recordarles acerca de cómo reaccionaría la gente previo a los días en que Cristo regresaría para reinar. Al hablarles de la similitud que existirá en la conducta de las personas con aquella que tuvieron los contemporáneos de Lot en Sodoma y Gomorra, hizo una breve observación sobre la esposa de Lot. No sabemos su nombre, ni su edad, ni tenemos referencia alguna en la Biblia acerca de ella más que saber que un día experimentó el misericordioso apretón de mano de un ángel cuando la sacaban junto a su esposo e hijas de Sodoma ("los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer"- Gn. 19:16a), y luego su triste final, "Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal" (Gn. 19:26).
    En el contexto de la enseñanza, sin embargo, Jesús no parece querer enfatizar la transformación de ella en una estatua de sal sino mas bien la actitud de su corazón donde "su escala de valores tenía a lo terrenal por encima de lo celestial y lo material por encima de lo espiritual" (Hendriksen). El recuerdo de la mujer de Lot es más que apropiado porque ilustró perfectamente lo que Jesús dijo antes,  "en aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás" (17:31). Descender a tomar los bienes, volver atrás; ambas son características de quienes frente a la magnitud de importancia que representa el regreso de Cristo manifiestan tarde o temprano dónde tienen su corazón; sometido en amor por Jesucristo y en absoluta devoción a él, o rendido a los intereses mundanos.
    Por lo tanto, acordarse de la mujer de Lot, con toda seguridad nos remonta la memoria a la estatua de sal en la que se convirtió, pero no sin hacernos meditar en que esto fue la consecuencia de poner la mira en lo pasajero y vano. ¿Qué tienes el hábito de atesorar? ¿Cuál es tu inclinación presente del corazón y escala de valores? Este es el asunto en cuestión y uno que nos hace bien considerar con la debida atención; porque los verdaderos discípulos del Señor tienen cuidado en mantener "la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" (Col. 3:2).

¡Dios te bendiga!

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jueves, 29 de octubre de 2015

CREER PARA VIVIR - VIVIR PARA CREER

"Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?" - Juan 11:25-26

    Este es el quinto de los siete "Yo soy" de Jesús en el evangelio de Juan donde cada uno de ellos revela un poco más acerca de la naturaleza e identidad de él como Dios.  Nadie jamás hizo una declaración similar, especialmente una que concierne a la victoria sobre la muerte, de manera tal que en el contexto de la historia de esta declaración (la resurrección de Lázaro) cuando Marta se acercó al Señor, Jesús le dijo que su hermano resucitaría; y entonces ella reveló su creencia teológica sobre el Mesías y la resurrección en tiempos postreros, "Marta le dijo:Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero". (11:24) Pero el Señor no se refería a eso, la resurrección y la vida estaban personalmente allí, en Betania en la persona del Hijo de Dios.
    Una y otra vez en la historia y desde la venida de Cristo millones de individuos han descubierto que la vida espiritual y la certeza de la vida eterna y la victoria sobre la muerte, son una persona, Jesucristo,  y no un manojo de creencias y conceptos religiosos. El no dijo que era la vida y la resurrección, sino la resurrección y la vida; en ese orden, porque él fue quien abrió la puerta a la vida eterna. Pero para todos aquellos que creen en él, la vida es primero y la resurrección después, "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados" (Ef. 2:1) El primer paso de un ser humano hacia una relación con Dios es creer en Jesucristo para tener vida.
    Pero el Señor Jesús también le dijo a Marta inmediatamente, "Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?"; porque el segundo paso para una relación permanente con Dios es que la vida que concede nos es dada para permanecer en él.  Jesús dice que todo aquél que vive (espiritualmente) y cree (permanece) en él no morirá eternamente. Es la evidencia de la conversión la permanencia en lo que hemos creído que confiere la certeza de una vida eterna como resultado de haber puesto nuestra fe en su persona.  En la primera cláusula, creer es seguido por la vida. En la segunda, vivir y creer es seguido por no morir eternamente. 
    Es este el resumen más conciso y glorioso que Jesús da, no solamente a Marta y María como hermanas en duelo, sino también a todos nosotros quienes hemos creído en él para el perdón de pecados y por cuyos méritos poseemos vida eterna después de la muerte, y vida espiritual para vivir en sus caminos mientras permanezcamos en este mundo. 
    Cuando creemos en Cristo, vivimos y cuando vivimos, seguimos creyendo en él. Sólo resta una pregunta, querido lector, que el mismo Jesús hace y que requiere una respuesta sin dilación: "¿Crees esto?"

¡Dios te bendiga!

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miércoles, 28 de octubre de 2015

URGENTE: SE PRECISAN INÚTILES

"Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos" - Lucas 17:10

    Depende el contexto donde se utilice la palabra "inútil"; esta puede ser ofensiva o bien puede ser instructiva y de valor en determinada orientación personal. El diccionario de la Real Academia Española define el vocablo simplemente como "no útil". Los discípulos del Señor estaban siendo enseñados por él en lo concerniente al servicio y la responsabilidad de los siervos; y en un contexto familiar para ellos les hizo notar cuál es la actitud natural que debe esperarse de alguien que cumple ordenes bajo la autoridad de su dueño. El siervo no debe esperar recibir las gracias simplemente porque está haciendo su trabajo y lo que le corresponde conforme a su posición social; y porque de otra manera un aire de imprescindibilidad se forjaría de manera cada vez más fuerte y profunda en su forma de pensar.
    La Biblia indica que la utilidad es importante para servir al Señor "Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra" (2 Ti. 2:21); pero esto tiene que ver con la disposición del siervo y no con una necesidad que Dios tiene de él. Porque Dios no nos necesita ya que él es autosuficiente, "Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud" (Sal. 50:12). Sin embargo, se requiere que aprendamos a comprender esto siendo que todos tenemos la tendencia a creer que somos necesarios, útiles y absolutamente insustituibles en la causa de Cristo ¿verdad? Piensa cómo tocas la música en la iglesia y frecuentemente crees que no sabes qué sería de la congregación si no estuvieras; o cuando enseñas en la clase de niños; o bien cuando subes al púlpito, o ese trabajo de visitación y atención de los necesitados. ¡Qué sería de la iglesia si tu no estás! 
    Pero te hallas automáticamente descalificado de cualquier servicio cuando piensas de esta manera; y por ello el Señor Jesús dio a sus discípulos la receta efectiva para mantenerlos y mantenernos a nosotros en la perspectiva correcta de nuestra posición. Cada vez que terminamos de hacer algo que era necesario hacer, esta debe ser tu última aseveración, "Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos". Cuando bajas del púlpito, cuando terminas de limpiar el templo, cuando acabas de llevar un alma a Cristo, cuando has dado un vaso de agua a otra persona en el nombre de Jesús; cuando te levanta de tus rodillas en oración, cuando terminas de leer la Biblia a fin de año, o cada día; siempre, siempre debe ser esa la confesión que tu corazón entiende como "Señor, sé que no soy esencial, sé que no me debes nada, sé que tus propósitos se hubieran cumplido igual y a pesar de mí. Pero te sirvo porque te amo, y te doy gracias por el privilegio de hacerlo" La iglesia de Cristo está en necesidad diaria de siervos inútiles en sus filas, se tú uno de ellos.

¡Dios te bendiga!

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martes, 27 de octubre de 2015

DISCÍPULOS, NO ADMIRADORES

"Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo."  - Lucas 14:25-27

    La imagen es impresionante porque de lejos uno podría observar como si fuera una gran procesión de multitudes detrás de Jesús, claramente manifestando interés y algún tipo de aprecio por el mismo. Lentamente avanzaban hacia la misma dirección cuando repentinamente, el Señor Jesús se vuelve hacia ellos y dice lo que ocupa nuestro texto de hoy. El discernía perfectamente las intenciones; y ellos no entendían (muchos) hacia qué lugar se dirigía y para qué acontecimiento, "Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén... Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén" (13:22, 33). Iba a Jerusalén para morir, llevaría una cruz sobre sus hombros en su camino al lugar de la sentencia como era la costumbre para cualquiera que era condenado como reo a morir crucificado; ¿y ellos le seguían? ¿Por qué lo seguían? 
    Jesús hace una declaración contundente sobre la relación con padres, madres, o cualquier familiar e inclusive la propia vida de cada uno donde el amor por ellos supere a la posibilidad de honrar a Cristo ("aborrecer" en Lucas no tiene el sentido de odiar, porque el mismo Cristo dijo que debíamos amar a nuestros enemigos); y entonces Jesús coloca las bases para el verdadero discipulado que no tiene nada que ver con una admiración o una especie de amor platónico por su persona. El verdadero discípulo se identifica con la cruz de Cristo, y esto a su vez lo pone en las filas de los despreciados y rechazados por el mundo. Los admiradores no toman la cruz, los discípulos sí.
   Jesús sabía esto, y por ello ante la escalada de crecimiento de las multitudes llegó un punto donde los confrontó con la verdad. Eventualmente quedó sólo, ni siquiera sus discípulos estuvieron con él para identificarse. ¿Por qué sigues a Cristo? ¿Qué es lo que haces cuando asistes a tu iglesia, cuando usas tu Biblia y cuando dices a otros que eres cristiano? Si Jesús no es de más valor que cualquier cosa, incluyendo tu vida; esto es, la opinión que otros tengan de ti; entonces estás en la línea de los admiradores y eso no te da el derecho de llamarte discípulo. Pero si te identificas con su muerte, muriendo tu mismo a todo lo que este mundo pretende arrastrarte tanto espiritual, emocional o físicamente; entonces sigue adelante porque hay un final feliz para esta clase de individuos. 

¡Dios te bendiga!

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lunes, 26 de octubre de 2015

EL MEJOR ANTIPOLILLAS

"No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" - Lucas 12:32-34

    Naturalmente tenemos la tendencia a acumular cosas y poner la atención y la preocupación en todo aquello que los sentidos nos llevan a considerar como lo que tiene valor y que alimenta la felicidad. Pero las cosas solamente producen ansiedad cuando vivimos para el mundo equivocado; y también temor, que es lo que los discípulos sentían al momento que Jesús les dio estas lecciones "No temáis" - les dijo- indicando que frente a las necesidades diarias y a los bienes materiales que no siempre están a disposición, el corazón naturalmente se inclina hacia una actitud mental temerosa y ansiosa. No solamente Dios conoce las necesidades sino que también sabe que lo que pretendemos atesorar es propenso a ser devorado y a desaparecer de la misma manera que todos los elementos que una polilla engulle ávidamente. Lo olvidamos más a menudo de lo que estamos dispuestos a reconocer.
    Cuanto más tienes, tanto más te preocupas, tanto más lugar necesitas y tanto más cuidado hace falta. El problema no es tener cosas, el problema es justamente que vivimos en el mundo equivocado y de la manera equivocada, "donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón." Pero ¿cuáles son las bolsas que no envejecen, el tesoro que no se agota, el lugar donde no llega el ladrón ni la polilla puede destruir? Son las promesas inmutables que Dios mismo ha dado a sus hijos; vida eterna (Jn. 3:16); amor inseparable (Ro. 8:39); una herencia incorruptible (1 Pe. 1:4-5) y muchísimas más que el Nuevo Testamento garantiza que tienen. 
    Pero también el reino que Dios ha dado a sus hijos es un banco de inversiones permanentes donde pueden hacer depósitos continuamente, dando de lo que tienen para la extensión del reino de los cielos, proveyendo para las necesidades de otros no solamente con dinero, sino con tiempo, amor, preocupación, ayuda, consejos y compartiendo el evangelio de Cristo. Todo esto no tiene comparación con nada que este mundo pueda ofrecer, y posee la cualidad de no envejecer ni echarse a perder. ¿Cómo estás invirtiendo? Mira de cuántas cosas estás rodeado. ¿Qué de todo el afán que vives a diario y que está consumiendo tus fuerzas espirituales, mentales y emocionales? Es momento de cambiar de banco, tiempo para evitar la polilla y poner el corazón en el lugar donde el tesoro no perece. 

¡Dios te bendiga!

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domingo, 25 de octubre de 2015

¿QUÉ ES LO QUE TE CAUSA GOZO?

"Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos" - Lucas 10:20

    Con toda probabilidad el Señor Jesús estaba esperando el regreso de los obreros de su labor misionera, y mientras ellos ministraban, él veía cómo Satanás era derrotado... "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo" (v.18) - les diría al regresar. La efectividad de estos setenta discípulos no era el resultado de su piedad sino de la autoridad que les había sido conferida. Al llegar ellos, se podía ver el gozo reflejado en sus rostros y segundos después se oía el testimonio de sus labios; todos a una decían lo mismo: "Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre" (v. 17). La sorprendente actividad y ministración de ver cómo los demonios se les sujetaban con la autoridad del nombre de su Maestro, los colmó de regocijo.
      "Aún hay más" - parecen indicar las palabras de Cristo a ellos, "He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará" (v.19) - y quizá el entusiasmo aumentó más aún en los setenta; pero entonces vino la palabra de Jesús  que los ayudaría a ser objetivos en cuanto a las cosas que verdaderamente debían formar en ellos un gozo permanente. No es que él no se gozara de verlos regocijados, pero la autoridad sobre los demonios era insignificante en comparación con tener registrados sus nombres en los cielos. Que echaran fuera demonios no garantizaba la salvación de ellos (ver Mt. 7:21-23); de hecho, Judas Iscariote tuvo la autoridad de echar fuera demonios, pero nunca tuvo su nombre escrito en los cielos.
    "Echar fuera demonios, terminaría para ellos cuando finalizaran sus días en la tierra, pero poder ver a Dios cara a cara como resultado de la salvación de sus almas, eso nunca tendría fin." (Hendriksen). Las palabras de Jesús colocan las cosas en la perspectiva correcta para cualquiera de sus seguidores; y si tu eres uno de ellos entonces también te ayuda a pensar que no hay mayor valor que el hecho de saber que tienes tu nombre escrito en el libro de la vida. Ninguna cosa suplanta al resultado inmediato de la obra de redención en un alma y saber que su posición ante Dios ha cambiado para siempre; nada sustituye ese acontecimiento que refleja la grandeza de la gloria de Cristo y su amor para con los pecadores.  El regocijo es parte integral de la vida del hijo de Dios, sólo que hace falta recordar cuál es su fuente original; es la posición que tiene, no la ocupación que lleva a cabo.

¡Dios te bendiga!

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sábado, 24 de octubre de 2015

OPEN 24 HS

"Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos" - Juan 10:9

    Utilizando un modismo de la lengua inglesa, "OPEN 24 HS" (Abierto 24 hs) es un cartel luminoso que se ve cada vez más a menudo en cierto tipo de negocios, generalmente kioscos; que le indica a los clientes que la atención y la disponibilidad son permanentes, no hay restricción alguna y cualquiera que lo desee puede entrar al sitio para obtener aquello que está buscando o necesita; la puerta está siempre abierta.
    Cuando Jesús habló con los judíos acerca de su identidad como pastor de las ovejas, también les recordó que era la puerta del redil, la única entrada para el rebaño. Su mensaje comunicaba exclusividad y disponibilidad; Jesús se presentó como "la" puerta, y no "una" puerta, y también indicó imparcialidad en su disposición al hacer la invitación "el que por mí entrare." El mundo de hoy día no admite que los absolutos sean impuestos a la sociedad, y menos aún en asuntos de religión; por lo que una filosofía relativista abunda en todos los credos haciendo que sus prédicas y doctrinas resulten ser mas bien optativas. No así con Jesucristo, la suya es una verdad absoluta y no da lugar a equivocaciones. La única puerta para la salvación es su persona; es creer en su identidad como Hijo de Dios, como sacrificio por el pecado y como el único capaz de proveer la justificación delante de Dios. 
    Pero no solamente es la única puerta a la salvación; también es la única puerta a la santificación, es decir a la manera de vivir la vida espiritual que él concede cuando creemos en él. Jesús es el Salvador y es el Proveedor de su pueblo. No hay tal cosa como aprovechar los beneficios de su muerte y no tomar en cuenta los beneficios de su vida; él es todo para aquellos que creen en él.  
   Lector allí está la figura, es una puerta y las puertas están para dividir un lugar de otro; adentro y afuera. No se puede imaginar estar adentro, hay que estar y para eso hay que entrar; puedes mirar y mirar en vano a través de todo el límite del redil; te indicarán otras puertas pero ninguna conduce a la vida; solamente Jesucristo posee el OPEN 24 HS porque Dios lo señaló para ello. ¿Entrarás? Y si lo has hecho ¿estás disfrutando los beneficios?

¡Dios te bendiga!

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viernes, 23 de octubre de 2015

¿TE HAS HECHO LA PRUEBA DE ADN?

"Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira" - Juan 8:44

    La prueba de ADN o examen genético es un análisis que permite, entre otras cosas, determinar la paternidad de un individuo. Los avances de la tecnología han hecho posible que dicha determinación
filial ronde en una probabilidad de 99% de seguridad. Todo un adelanto que ha permitido inclusive atender asuntos pertenecientes a la salud con bastante exactitud por parte de los capacitados para ello.
    El Señor Jesús no precisó de ningún avance tecnológico o pruebas de laboratorio para establecer la relación de los judíos religiosos de su tiempo con su verdadero padre: El diablo. El parecido de ellos con su padre era indiscutible; por fuera eran similares a todos - religiosos acérrimos - pero la realidad interior de ellos indicaba que no tenían ninguna relación con Dios y totalmente con el diablo. Con razón el apóstol Juan en la introducción a su evangelio dijo "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (1:12); porque "ser hechos" hijos de Dios indica que nadie lo es naturalmente. Pero la mayoría de las personas así lo cree ¿verdad? 
    Quizá tú eres uno de esos; has confiado plenamente en tus valores morales y en tus creencias religiosas, incluyendo tu conocimiento y aprecio de la Biblia; pero la realidad es otra y la relación que tienes con Dios es de enemistad y separación. No así con el diablo, no tiene que ver con actividades de ocultismo, situaciones demoníacas o prácticas reconocidamente diabólicas que se encuentren en tu pasado; no hace falta nada de eso para tener al diablo de padre, no se "llega a ser" hijo del diablo; se es "por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás" (Ef. 2:3b). La mentira es una de las cosas que mejor delata a los hijos del diablo, y eso es moneda corriente en todos ellos. El diablo es homicida y mentiroso desde el principio, él armonizó ambas cosas en una sola acción en Edén, "Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Gn. 3:3-4). Y así continua hoy día y contigo también; estás muerto espiritualmente pero te crees vivo y en una relación con Dios.
    Tu partida de nacimiento espiritual se escribió hace siglos en el registro civil de Adán y Eva, pero ellos sólo fueron padres adoptivos de una naturaleza caída porque la verdadera naturaleza del ser humano es la que lo asemeja al diablo. Hay uno solo que puede darte lugar en la familia de Dios, y ese es Jesús quien dijo "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais" (Jn. 14:6-7a). El es quien obtuvo "preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina" (2 Pe. 1:4). ¿Quieres ser hijo de Dios? Jesucristo es el único con autoridad para efectuar una adopción. Arrepiéntete delante de Dios y pon tu fe en Jesucristo.

¡Dios te bendiga!

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jueves, 22 de octubre de 2015

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7... 70 ... 490

"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete." - Mateo 18:21-22

   Nadie lo niega, no es fácil perdonar a quien o quienes nos han ofendido; pero más difícil es aún hacerlo siempre. Y Pedro estaba perplejo acerca de la manera en que Jesús enseñaba sobre el perdón; y su trasfondo de aprendizaje de los rabinos seguramente le jugó una mala pasada, puesto que luego de escuchar al Señor hablar acerca del tema, se acercó con una pregunta que aparentaba longanimidad y aires de una condición espiritual saludable, pero se equivocó. Es que él entendió que debía tomar la iniciativa al perdonar al ofensor, pero creyó que había un límite para una actitud misericordiosa y en la disposición a razonar con el prójimo. "He perdonado siete veces; ¿está bien así, Señor?" Pedro Pensó que el espíritu perdonador "podía ser medido, contado, evaluar su peso, poco a poco hasta llegar a su límite y luego parar." (Hendriksen)
    El Señor Jesús estaba por dar una lección a su discípulo que transcendería por siempre. Usó la numeración para acomodar la enseñanza al razonamiento de Pedro, porque el siete era el número perfecto, y el cálculo matemático que hizo simplemente comunicaba que el perdón nunca tiene límites, porque no es una asunto de cálculos sino un estado del corazón. Esto desintegró totalmente lo que Pedro había asumido; la lección había sido dada.
    La clave para mantener este espíritu perdonador siempre es recordar con quién nos medimos para evaluar lo que hacemos con el ofensor. Entonces las palabras del señor a su siervo en la parábola que Jesús enseñó a sus discípulos luego de hablar del perdón, son palabras que deben formar parte permanente de nuestro recuerdo cada vez que somos ofendidos; "toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? (18:32b-33) Vuelve a mirar a la cruz y recuerda cuánto te perdonó el Señor; no tiene medida.
    No es necesario que vivas ofendido, aunque no te hayan pedido perdón; no necesitas vivir en amargura, rencor y malos pensamientos. Puedes perdonar igual, eso es lo que Jesús enseña; busca la reconciliación tácitamente, es posible únicamente pensando en el supremo ejemplo de perdón que a su vez es el modelo para imitar, "De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros." (Col. 3:13) ¿Comprendes la importancia de tener a Jesucristo como ejemplo y no solamente como Salvador? Una y otra vez está allí para que hagamos lo mismo, es la transformación que el evangelio hace en las relaciones conflictivas entre los hombres. Sólo Cristo nos enseña cómo perdonar. No pares de contar.

¡Dios te bendiga!

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miércoles, 21 de octubre de 2015

PODER BAJO CONTROL


"Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron:¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo:¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños? Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti" - Mateo 17:24-27

    Este es un relato único en los cuatro evangelios. Solamente Mateo, que presenta a Jesús como rey y utiliza más porciones del Antiguo Testamento que cualquiera de los otros tres evangelistas; él es el único que registra este acontecimiento particular. No se trataba de un impuesto romano el que vinieron a cobrar a Pedro y al Señor; era el impuesto para el mantenimiento del templo establecido en la ley de Moisés (Ex. 30:11-16). Los encargados del cobro obraron de buena fe, no hay razón para pensar que ellos estaban buscando probar a Cristo. Por lo tanto, toda la lección del acontecimiento estaba preparada para instruir a Pedro, de allí que Jesús anticipara en la conversación a su discípulo quien había afirmado naturalmente que su Maestro también pagaba el mencionado impuesto. ¿Entendía Pedro a quién servía? 
    El Señor dio una lección a Pedro que no debía olvidar y que nosotros hemos de recordar siempre, y es que él como Creador y Señor se sujetó voluntariamente en su humanidad a todo lo que demandaba la ley para poder ser Salvador de los escogidos y mostrar su poder en tal humildad. "Pedro, razona... ¿pagan impuesto los hijos del rey?" - es la pregunta; a lo que Pedro respondió correctamente: "No" - Y el Señor quiso dejar el camino limpio y sin ofensas para que su grandeza tomara mayor fuerza en la demostración de humillad. 
    Pero Pedro, él tenía que saber que Jesús estaba sujetándose como Creador y Señor aún teniendo y ejerciendo autoridad sobre su creación. Por ello, en la única mención en el nuevo testamento acerca de la pesca con anzuelo, Jesús hace una tremenda demostración de poder. ¿No había mayor posibilidad de que una pesca con red donde cientos de peces fueran capturados, le diera a Pedro una mínima chance de hallar un estatero (moneda del imperio romano)? Quizá; pero un solo pez, en la única mención de este tipo de pesca es sin duda la lección que el discípulo pescador debía aprender: "Pedro, ¿ves que soy un Creador humilde y sujeto? Aprende la lección." ¡Imagina la impresión que debe haber causado en Pedro que pescara un solo pez, pero uno con el dinero necesario para pagar el impuesto!
    También nosotros debemos aprender de la humildad de Cristo, es menester que tengamos presente siempre que en muchas ocasiones es mejor ceder a nuestros derechos para beneficio de otros que imponerlos para ofensa de muchos. El Señor del cielo y la tierra dejó muchas lecciones sobre su poder bajo el control de la humildad, y nuestra respuesta no solamente debe ser de adoración sino también de imitación. Hay un gran beneficio en la sujeción y mucho más cuando esta es producto de la obra de Jesús en el corazón.

¡Dios te bendiga!

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martes, 20 de octubre de 2015

¿SABES LO QUE DEBES SABER?

"Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo...  Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días" - Marcos 8:29, 31

    Exactamente en la mitad del evangelio de Marcos arribamos a este pasaje donde Pedro y el resto de los discípulos (ver Juan 6:69 "nosotros hemos creído y conocemos...") confiesan creer que Jesús no es otro que el Cristo, el Hijo de Dios. Si imaginamos el evangelio de Marcos como una montaña, entonces esta es la cima; todo lo que acontece antes conduce a este punto y todo lo que sigue después es el resultado de esta confesión. Hasta este punto, Jesús no les habló de sus sufrimientos, luego de esto, el anuncio es hecho cada vez más seguido. No se puede disociar la identidad de Cristo de sus sufrimientos porque la única cosa fundamental para la que él vino fue para "dar su vida en rescate por muchos" (10:45); pero no se entiende hasta que no se cree en él.
   Por eso Jesús les preguntó personalmente quién creían ellos que era él. Su pregunta era la adecuada y pertinente porque con razón los discípulos le contestaron que muchos creían que Jesús era Juan el Bautista, Elías o inclusive alguno de los profetas. Todos hombres valientes, piadosos y poderosamente usados por Dios; pero creer eso de Jesús significaba no haber conocido la verdad. Mucha gente siente gran estima y respeto por Jesús, lo tienen en cuenta, y lo consideran un gran profeta y personaje de la historia; pero la única cosa que es importante creer acerca de Jesús es que él es el Cristo y esto significa que hemos reconocido que vino para dar su vida por nuestros pecados y por lo tanto es más que un profeta, es Dios-Hombre. Por lo tanto, la única cosa que vale en tu vida para que sepas que tu salvación es un hecho es que hayas creído que Cristo es el Siervo sufrido de Dios, el Enviado.
   ¿Qué sabes de Jesús? Porque quizá sabes mucho pero no sabes lo que debes saber. Saber que Cristo murió puede que sólo sea un asunto de religión; pero creer y entender que Cristo murió por ti, eso es salvación. Todo en la vida de un hombre o mujer que ha sido transformado por creer este evangelio, comienza a tener una óptica que surge a partir de la cruz; así lo dijo el apóstol Pablo "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto:que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos" (2 Cor. 5:14-15)
    ¿Quién es Jesús para ti? Que tu respuesta del corazón hoy pueda ser, "El Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Jn. 6:69)

¡Dios te bendiga!

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lunes, 19 de octubre de 2015

EL 13 DE LA MALA SUERTE

"Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre" - Marcos 7:21-23

    Se oían los gritos desde la calle; el matrimonio se dedicaba a la venta de juegos de azar y por alguna razón la mujer se encontraba enfadada con su esposo y no paraba de gritar dentro de la casa: "¡Me dijiste que el 13 era la yeta (mala suerte); y resulta que tú eres la yeta!" Algún problema arrastrado de tiempo sin duda que hizo que el matrimonio colapsara en una fuerte discusión.  En nuestra sociedad existe un arraigado temor, un prejuicio y abunda la superstición en torno al número 13; el trasfondo de esto deriva de diversas historias y suposiciones que no vienen al caso en este lugar. La mala suerte no es otra cosa que el temor que la ausencia de Dios produce en la vida de un individuo. 
    ¿Quieres saber, sin embargo cuáles son las trece cosas que una persona posee y que Jesús enumeró con precisión? Pues el pasaje de hoy las contiene. No tiene que ver con la cantidad de cosas sino con la calidad de ellas porque Jesús mismo dice que tienen el poder para contaminar a cada persona de forma total. Mientras los hombres buscan la respuesta a sus problemas fuera de sus vidas, en su entorno, en sus compañías, en la historia de vida que les ha tocado tener; mientras siguen buscando razones en otro lado que no sea en sus propios corazones, entonces continuarán viviendo sumidos en temor, faltos de esperanza y sujetos a la expectativa de morir sin paz y sin seguridad ni en esta vida, ni después de la muerte.
    El problema está en el corazón y allí solamente una persona puede entrar y transformar su interior; es Jesucristo de quien la Biblia dice que "no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre" (Jn. 2:25). ¡Oh! Si Dios te permitiera un momento solamente ver la condición de tu corazón, no tendrías duda alguna de que el problema está en ti. Pero nos ha dejado su palabra para que por ella sepamos cómo somos y qué somos, "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" (He. 4:12)
   En el tiempo que Jesús habló y dijo lo que había en el corazón del hombre y que le contaminaba completamente, era el Verbo mismo hablando y dando un diagnóstico preciso; ahora es la la palabra escrita de Dios la que nos permite profundizar y conocer más nuestra situación personal. Recuerda, si alguna vez tienes algún inconveniente con el número 13, que sea porque estás asombrado y arrepentido de lo que has descubierto en tu propio corazón.

¡Dios te bendiga!

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domingo, 18 de octubre de 2015

"TENIENDO TRABAJO Y SALUD..."

"Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús. Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá. Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis" - Juan 6:24-26

    A menudo se oye decir esto a la gente "Teniendo trabajo y salud, todo está bien." No es que no sean cosas necesarias, de hecho lo son y forman parte de la tranquilidad y normalidad de la vida de una persona, porque ¿quién no desea salud y quién no aprecia tener trabajo para vivir? Pero cuando estas cosas se transforman en la motivación por la cual se busca a Dios, entonces dos cosas han ocurrido: se ha perdido de vista la razón de por qué el hombre necesita a Dios, y se ha olvidado que el alma es más importante que el cuerpo.
    Cuando Jesús dijo estas palabras, tenía enfrente una multitud de personas que fueron alimentadas milagrosamente por él y que ahora habían hecho un gran esfuerzo cruzando el mar de Galilea hasta Capernaum buscándole. Con una sencilla expresión él expuso la verdadera motivación de estas personas en su búsqueda. La mayoría de las respuestas de Jesús a las multitudes en los evangelios son correcciones a las opiniones equivocadas. Como lo hizo con la mujer samaritana (Jn. 4:11-15), también ahora desnudó el materialismo de sus seguidores; "No lo seguían a él porque lo identificaban como el Dios-Hombre sino porque Jesús podía llenar sus estómagos" (Constable).
    Es increíble el corazón del hombre; aunque buscando a Jesús siempre está ocupado en sí mismo, siempre pensando en cómo suplir lo que desea y lo que le gusta; no buscando lo que Dios quiera dar. Cuando la multitud comprendió las palabras de Jesús y que el milagro era una figura que lo señalaba a él como alimento de Dios, la escritura deja un comentario escalofriante y triste, "Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron:Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?... Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él" (6:60, 66).
    Es esto exactamente lo que ocurre cuando quienes visitando una iglesia, recibiendo una visita pastoral, enfrentando una enfermedad o un desastre económico, y escuchan el evangelio quieren pasar por alto el prefacio de las instrucciones necesarias que son el mensaje del arrepentimiento y la fe en Cristo para pasar directamente a los puntos que le garanticen la solución de los problemas que les han llevado a tener a Dios como una opción para solucionarlos. Se van, no era lo que buscaban. ¿Estás correctamente motivado? ¿Cuáles son las razones por las que asistes a la iglesia o tienes una Biblia o participas de un estudio bíblico? Necesitas el perdón de pecados que Dios te quiere dar, y entender que las circunstancias que estás viviendo son parte del plan de Dios para atraerte hacia él. Ahora quiere que oigas qué es más importante que tus problemas: Tu alma. No dejes de prestar atención a esto y cree en aquél que no solamente puede transformar tu vida sino también darte una nueva visión sobre los problemas que te aquejan. No, salud y trabajo no son suficientes.

¡Dios te bendiga!

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sábado, 17 de octubre de 2015

STOP

"El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto" - Marcos 6:31-32

    En ciertas autopistas o rutas de diferentes países es posible observar cada tantos kilómetros o millas recorridas, lugares preparados para que los conductores detengan sus vehículos y tomen un tiempo de descanso. Estos sitios se denominan "Zona de Descanso" o "Rest area" La señalización se anuncia con anticipación y por lo general son lugares que ofrecen sombra, una mesa, algunos bancos y lugar de aseo. Se hallan estratégicamente ubicados de manera que los automovilistas no tengan inconvenientes en hacer uso de los mismos; aparte de ser áreas acondicionadas, son necesarias. 
    Los discípulos del Señor volvieron de una labor misionera y su entusiasmo era notorio ya que, como niños que al regresar de un viaje quieren contarle a sus padres lo que han hecho y visto, todos a la misma vez; también estos hombres con toda probabilidad lo hicieron con Jesús, "Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado" (v. 30). ¡Con cuánta atención el Señor les habrá escuchado y atendido! ¡Cuánta sonrisa probablemente ellos observaron en su rostro! Hacer la voluntad de Dios y servirle con todas las fuerzas es, sin duda, una tarea insustituible; pero también lo es detenerse y pasar tiempo con Cristo. No es descanso aquel que deja a Jesús de lado y supone que lo mejor es no ver a los hermanos por un tiempo y tomarse unas vacaciones merecidas. No funciona así.
    Lo que es necesario es aprender a hacer la pausa diariamente, considerando que el descanso que hace falta no es otra cosa que estar a solas con Cristo. Es un poco de descanso, tiempo para pensar, meditar, examinar y recuperar fuerzas. Estar con Jesús en silencio es el método y el medio más eficaz y bíblico para descansar.  ¿Cuánto hace que estás corriendo con todas tus tareas? Reunión de finanzas, reunión de equipo, actividad con niños, cuatro estudios bíblicos por semana, ensayo de coro, etc, etc. ¿Qué se supone que significa todo esto? El mejor servicio por Cristo proviene de corazones reposados, refrigerados y alimentados en el descanso que proviene de estar en el desierto a solas con él. 
    Tu dirás, "¿Cómo es posible eso? Yo trabajo en una oficina, tengo horarios que cumplir, necesito un día de 28 horas por lo menos" ¡Ah! Allí está, pasas por innumerables "Zonas de Descanso" y dices, "en la próxima me detengo" Observa el pasaje, es un mandato de Cristo "Venid vosotros aparte a un lugar desierto"; no puede ser que quien hizo el mundo en seis días de 24 hs se haya equivocado. Examina tu agenda, fíjate cuántas cosas ocupan el lugar de reposo que Jesús te invita a tener con él. Ese programa de televisión, ese hobby que tienes que te toma demasiado tiempo, esas compras que puedes hacer en otro momento. Stop! Toma tu Biblia y hazlo ya, vete con Jesús a solas.

¡Dios te bendiga!

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viernes, 16 de octubre de 2015

PÁSATE LA MANO POR LA CABEZA

 "Pues aun vuestros cabellos están todos contados" - Mateo 10:30

    No importa si se caen o no, si son cortos o largos; rubios, castaños, pelirrojos, negros o blancos; nada de esto impide que Dios lleve la cuenta de los aproximadamente 100.000 a 150.000 cabellos que en promedio tienen los seres humanos en su cabeza. Es un asunto llamativo de la Biblia el hecho de que se mencione esta precisa información que indica el cuidado que Dios tiene de los detalles. Si los discípulos del Señor en su avance misionero al que fueron enviados, comenzaban a experimentar temor por el peligro al que sus vidas serían expuestas por predicar el evangelio; entonces una simple pasada de la palma de la mano por la cabeza les ayudaría a recordar que Dios estaba al tanto de todo. 
    El asunto que el Señor Jesús quería que sus discípulos tuvieran siempre presente era el cuidado y control que la soberanía de Dios ejercía sobre sus vidas; nada ocurre sin que Dios esté en pleno conocimiento y que no haya sido ordenado para su gloria y para el bien de aquellos que ama. La atención que Dios pone a los detalles es una demostración continua de esta verdad. Muchas personas suponen que Dios está atento solamente a las cosas grandes que ocurren en la vida y no a las pequeñas, pero Jesús enseñó lo opuesto, y esto debe darnos la confianza; si él cuida de los detalles, tanto más lo hará con los asuntos más relevantes de la vida.
    ¿Acaso no te ha sorprendido tantas veces? Aquel billete de poco valor que te salvó de perder tu transporte al trabajo; el paquete de harina que encontraste en la cocina cuando no sabías con qué hacer tu pan, o cuando precisabas dos huevos y tenías uno solo, pero con doble yema. ¿Recuerdas? Todos estos detalles muestran que Dios está en los asuntos pequeños y no debemos temer. Pero lo que es importante entender es que esta era una información que los discípulos tenían para que estuvieran seguros para hacer las cosas que son más necesarias, no para que se quedaran sentados con admiración. Ellos debían predicar con valor.
    ¿Ves que Dios cuida de los asuntos más insignificantes de tu vida? Entonces con mayor razón ocúpate de las cosas que tienen consecuencias eternas como es el hecho de confesar a Cristo delante de los hombres y hablar del evangelio frente a los pecadores en dondequiera que tengas la oportunidad de hacerlo. El Señor está contigo, no te va a abandonar. Cada vez que proclames el mensaje de salvación o des testimonio de la obra de Dios en tu vida y sientas la presión del menosprecio o peligro; pásate la mano por la cabeza... y si eres calvo, pues estáte seguro que tiene menos trabajo y no cambia el hecho.

¡Dios te bendiga!

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jueves, 15 de octubre de 2015

¿A QUÉ LE TEMES EN VERDAD?

"Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo... Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos" - Marcos 5:15, 17

    Si una historia de la Biblia pone de relieve la condición del corazón del hombre y su disposición natural hacia el rechazo del poder de Dios, es la del endemoniado de Gadara. La descripción que los evangelistas hacen de este hombre no la puede lograr ni siquiera la necia y dañina industria del cine de terror. Marcos es el más detallado, "Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras." (5:2-5); Lucas añade "y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros... Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito... era impelido por el demonio a los desiertos..." (5:27, 28-29). 
    No hay duda que un hombre así infundía temor en toda la zona circundante, y el relato del los evangelios da a entender que este era un asunto que llevaba mucho tiempo de manifestación y la fobia en Gadara debe haber sido cada vez mayor; y no era para menos. Debe entenderse que ciertamente el poder de Satanás es grande y que fuera de la protección de Dios es totalmente normal que un ser humano tiemble ante semejante manifestación diabólica. Pero el poder de Jesús alcanzó a este miserable hombre y lo transformó completa, absoluta e instantáneamente. Las circunstancias en que el Hijo de Dios hizo esto (ver Mr. 5:11-13) prontamente se hicieron conocer en la ciudad y por los campos de manera que todos vinieron a ver lo acontecido. 
   El resultado está descrito en el texto de hoy; el hombre fue hallado completamente cambiado en ciento ochenta grados; en vez de estar corriendo descontrolado, estaba sentado; en lugar de estar desnudo, se hallaba vestido; y en vez de estar controlado por la legión de demonios, estaba en su cabal juicio y sentado a los pies de Jesús (Lc. 8:35). Cualquiera pensaría que esto debería haber sido causa de gozo, tranquilidad y sosiego; pero la escritura dice que tuvieron miedo y rogaron que Jesús se fuera de allí. Cuando Jesús dio permiso a los demonios que se fueran a los cerdos, estos murieron todos y dejaron sin ganancia a los dueños y con toda probabilidad  a la zona; pero también sin azote.
    Las personas tienen más miedo de los cambios que el evangelio produce en almas desesperadas que el miedo que les provoca la realidad del pecado, el poder del diablo y la condenación. Se alejan cuando se les entrega un folleto; cuando se habla de "religión" todo está bien hasta que se menciona a Jesucristo; cambian de conversación y actitud cuando se menciona la Biblia; fruncen el ceño y demuestran otros tipos de lenguaje corporal cuando se abordan temas de Dios, Jesucristo, la eternidad, etc. Sí, así es el corazón del hombre, tiene más temor de abandonar su pecado que de continuar en él, hostigado por el terror de saber que el diablo tiene el señorío de sus vidas. ¿Tú qué dices? ¿Procuras siempre evitar a Jesucristo? ¿Tratas de mantenerlo alejado aunque tienes terror de la muerte? ¡Qué necedad! El también puede transformar tu vida como lo hizo en Gadara con este hombre. 

¡Dios te bendiga!

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miércoles, 14 de octubre de 2015

HISTORIAS COMPARTIDAS

"(Jairo) tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía. Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre... Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí... Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate." -  Lucas 8:42-44, 46, 54

   La vida es breve, pero cuando ha sido visitada por Dios en diferentes personas les permite un punto de encuentro en común que se centra en la persona de Jesucristo. No importa cómo hayan vivido, cuando la salvación y el perdón de pecados es la experiencia de un individuo, entonces tiene una misma historia compartida con quien antes nunca conoció. Tal es el caso de Jairo y su hija, y la mujer con flujo de sangre. Doce años antes de este momento en ese lugar al noroeste del Mar de Galilea, la alegría llegó al hogar de Jairo cuando nació una niña y la tristeza y desesperación llegaron para ser parte de la vida de esta mujer desafortunada. 
    Dos historias diferentes que hallaron su lugar en común en el momento de contacto con Jesús. Por un lado Jairo pasó de doce años de alegría a un momento de desesperación; y por el otro una mujer que pasó de doce años de angustia a un instante inmediato de liberación. Ninguno de los dos tuvo mayor privilegio que el otro, pero ambos experimentaron el poder de Dios en sus vidas. El mismo día tuvieron una historia compartida que jamás olvidaron porque fue, no solamente la experiencia del poder de Dios, sino mucho más, la regeneración de sus almas.
   El evangelio de Cristo ha encontrado y seguirá encontrando personas que han vivido una vida de tranquilidad y quienes repentinamente observan como su mundo se les viene abajo por la tragedia o infortunio; o personas que jamás han conocido en toda su vida un momento de paz y felicidad. La gracia de Dios transforma a ambos, los regenera, los salva, los perdona y los justifica. Sus vidas comparten el mismo gozo y al Jesucristo que sabe que ha salido poder de él para ambas vidas, transformado las penurias en victorias en una misma oportunidad.
    ¿Cuál es tu historia? ¿Te encuentras repentinamente agobiado como jamás imaginaste que ocurriría? O bien, ¿has estado en la angustia y desesperación desde que tienes memoria y uso de razón? Jesucristo es la salvación de Dios; el mismo dijo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mt. 11:28)

¡Dios te bendiga!

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martes, 13 de octubre de 2015

EDITORIAL CORAZÓN

"¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas." - Mateo 12:34-35

    Alguien ha dicho que la palabras que una persona habla por día serían suficientes para escribir un libro de entre 50 y 60 páginas o el equivalente a más de cien libros de 200 páginas por año. La estadística es interesante por cierto, pero quizá lo que más importa es que de acuerdo a Jesús las palabras que salen de nuestros labios son una indicación inequívoca de lo que abunda en el corazón. Una editorial sin duda muy prolifera es el corazón del hombre, que según la Biblia misma es el asiento de nuestras emociones; y por ende debería ser suficiente para hacernos reaccionar acerca de lo que en realidad somos.
   El contexto en el que Jesús dijo estas palabras es significativo y preciso, pues fue cuando los religiosos de su tiempo atribuyeron a Satanás las obras que inequívocamente Jesús hacía por el dedo de Dios, lo expresaron con sus labios de una manera tan contundente que no quedaron dudas de que en ellos, aunque exteriormente se mostraban piadosos, la verdadera naturaleza de sus almas era semejante a las víboras. Llegado el momento justo, hablaron conforme a lo que en realidad ellos eran: Malos.
    No podemos generalizar un pasaje de la escritura sino que debemos entenderlo en su contexto porque la misma palabra de Dios enseña el cuidado que debemos tener con la lengua (Stgo. 3); y por eso la lección de Jesús aquí tiene que ver con exponer la verdad acerca del hombre. En la mayoría de las personas no es necesario esperar mucho tiempo en una conversación para descubrir su situación espiritual; pronto dejan entrever que no hay vida de Cristo en ellos.
    Pero ¿qué de aquellos quienes viven en el mundo de la apariencia? Tarde o temprano un corazón sin la naturaleza divina por la obra regeneradora del Espíritu Santo mostrará su maldad y alienación de Dios. El legado de un hombre o mujer caídos por causa del pecado de Adán sale a relucir indefectiblemente. No puede ocultar indefinidamente su condición. No es que digan blasfemias como lo hicieron los fariseos, pero dicen y viven incoherencias con respecto a Dios, Jesucristo y la vida cristiana en general; son como aquellos de quienes el apóstol Pablo advirtió a Tito, "Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra." (1:16). 
    Esto es lo que Jesús describió que hay por naturaleza en el corazón de los hombres, "Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias." (Mt. 15:19) La persona que está llena de estas cosas será normalmente controlada por ellas en un momento u otro; de lo contrario quien atesora a Cristo en su corazón mostrará el fruto del Espíritu. 
    ¿Qué clase de libros tiene Editorial Corazón en tu vida a lo largo de los 365 días del año? ¿Declaran que Cristo es tu tesoro más grande o publican todo lo contrario? 

¡Dios te bendiga!

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lunes, 12 de octubre de 2015

JUICIO ACUMULADO

"Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy" - Mateo 11:23

    Avanzando diecinueve capítulos solamente en el libro de Génesis y ya se lee una de los relatos más famosos de la Biblia y de la historia. La destrucción de Sodoma y Gomorra es un hecho sólo comparable con el diluvio de los días de Noé por sus características particulares. Lo que hace más desagradable el recuerdo de este juicio divino sobre las mencionadas ciudades es la razón del mismo. Sodoma y Gomorra eran poblaciones inmorales como ninguna otra; inclusive en el mundo secular es sinónimo de depravación. Sodoma es mencionada cuarenta y ocho veces en la Biblia siempre con una connotación de impiedad y la última vez, en Apocalipsis, Jerusalén es comparada a ella en sentido espiritual. Nadie que piense en Sodoma imagina otra cosa que no sea impiedad.
    Sin embargo, el Señor Jesucristo dijo que la ciudad de Capernaum, que excedió en privilegios a cualquier otra ciudad debido a que era centro de operaciones del Hijo de Dios y los apóstoles; ellos recibirían mayor condenación puesto que la misma población de Sodoma hubiera respondido favorablemente a tanta manifestación del poder milagroso de Dios si este se hubiera mostrado de la misma manera que durante el ministerio de Jesús en la tierra. El privilegio que tuvo Capernaum no lo tuvo ninguna otra ciudad. Era una ciudad ortodoxa; jamás criticaron a Jesús, ni lo persiguieron o se burlaron de él o lo amenazaron; sin embargo su pecado era mayor que el de Sodoma, fue el pecado de la indiferencia e incredulidad frente a la mayor demostración de evidencia divina hasta el momento.
    Imagínate el peso de esta declaración de Cristo hoy en día, cuando el mundo entero posee toda la revelación completa de Dios para el hombre en la Biblia. No solamente registra lo ocurrido con Sodoma, o la advertencia a Capernaum sino también la muerte del Hijo de Dios por el pecado del hombre. Todo el mensaje de esperanza, perdón y salvación se encuentra revelado en su totalidad, incluyendo los eventos futuros y finales del mundo. Una y otra vez la proclamación del evangelio se hace presente a los oídos y corazones de los hombres en todo el planeta tierra desde hace ya más de dos mil años. Sin embargo, aún hay indiferencia e incredulidad. ¿Qué piensas que dice Dios de esto? "Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron" (He.  2:2-3) ¿Acaso eres tú uno de los que como Capernaum persistes en la incredulidad a pesar de tanta evidencia? Una cosa es necesaria: Arrepentimiento para con Dios y fe en Jesucristo. No deseches su palabra.

¡Dios te bendiga!

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domingo, 11 de octubre de 2015

NINGUNA DIFERENCIA

"Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos..." - Lucas 7:41-42

    Jesús ilustró de una manera sencilla y completa la situación del hombre en su condición de deudor ante Dios. El ejemplo lo oyeron al menos dos pecadores presentes en ese momento; una mujer de la ciudad conocida por su vida pecaminosa y un fariseo de la ciudad conocido por su apego a las ley de Moisés y las tradiciones. Distintos frente a los ojos del hombre, pero iguales frente a los de Dios. La vida de ambos los llevó a encontrarse en el mismo momento frente a Jesús, sus historias eran diferentes, sus estándares morales también; pero su posición ante Dios era igual: Deudores sin capacidad de pago; una condición que más adelante el apóstol Pablo definiría teológicamente - "Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios." (Ro. 3:22-23). El ejemplo de Cristo, al hablar de la remisión de la deuda a los deficitarios, incluye una nota de esperanza que es, básicamente, el corazón del evangelio: "Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores." (1 Ti. 1:15).
    ¿Y cómo es tu historia? Quizá has transitado por una senda profundamente promiscua, licenciosa, llena de situaciones vergonzosas ya sea por un entorno inmoral o injusto de tu parte. Puede que hayas vivido practicando ávidamente todo tipo de pecados, ensuciando tu nombre, el de tu familia u hogar y no tienes la menor duda que tu deuda supera ampliamente los "quinientos denarios". O bien, quizá has sido todo lo contrario; tus oídos han escuchado himnos y cánticos cristianos desde que estuviste en la cuna; la Biblia y el lenguaje cristiano te han acompañado desde tu niñez; no hay registros de inmoralidad explícita ni de una conducta que merezca acusaciones varias de cualquier conocido; y sin embargo sabes que eres deudor aunque tu deuda, a juzgar por tu conducta, no supera los "cincuenta denarios." Sin embargo la condición de deudor es pareja para todos ante un Dios santo, no existe diferencia, ya que la deuda se cualifica adecuadamente al entender contra quién se ha pecado.
    Hay una excelente noticia que no debe desconocer ningún pecador no importa su trasfondo; y es que de acuerdo a las palabras de Jesús "no teniendo con qué pagar, perdonó a ambos." Ese es el punto en cuestión: Nadie tiene con qué pagar, no importa la sumatoria y la calidad de sus hechos. Dos pecadores con trasfondos diferentes pueden tener la certeza de que en la cruz de Cristo, cualquier clase de deuda fue saldada completa y definitivamente. "Quinientos denarios o cincuenta denarios" de déficit no hacen la diferencia ni para cuestionar la merecida condenación del pecador, ni para impedir su redención. ¡Gracias a Dios por su perdón y salvación!

¡Dios te bendiga!

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sábado, 10 de octubre de 2015

Y ENTONCES, ¿CÓMO HACEMOS?

"Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos." - Mateo 5:20

    Tiene que haber sido un día particular para los discípulos cuando oyeron a Jesús expresar las bienaventuranzas y las primeras verdades del famoso sermón del monte, que les apuntaba a ellos como la sal de la tierra y la luz del mundo. El shock que sus palabras debe haber hecho en ellos seguramente fue profundo, causando una confusión natural en sus mentes ya que lo que acababan de escuchar acerca de las características de los que serían herederos del reino de los cielos difería grandemente de lo que habían aprendido de los escribas y fariseos. Sus rostros seguramente mostraron esa confusión porque Jesús les dijo luego "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir" (5:17). En otras palabras... "No se equivoquen -indicaba- no estoy enseñando en contra de la ley, sino que estoy dándoles el verdadero significado, algo que no hicieron los fariseos y escribas."
    Si el asombro de ellos era grande, debe haber sido aún mayor cuando Jesús dijo lo que hoy es nuestro texto principal. Siendo que todos conocían la rigurosidad de la conducta, los cuidados y las tradiciones que los ancianos en su celo por la ley y las enseñanzas de Moisés continuamente practicaban; ¿cómo era posible tener una justicia mayor que la de ellos? "Si ellos no entran con su justicia - pensarían- ¿cómo lo haremos nosotros que ni les llegamos a los talones? ¿Cuál es esa justicia mayor?  Es que inmediato a este texto Jesús comenzó su secuencia de "Oísteis que fue dicho... pero yo os digo..." Es la justicia de Cristo; la justicia por medio de la fe es una justicia mayor a la de cualquier obra del hombre o confianza en la ley de las obras. Es la justicia de la que habló Jeremías, "En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le llamará: Jehová, justicia nuestra" (33:16).
    Quizá has estado luchando por años con mantener una buena moral, una buena conducta; o sosteniendo un hábito de buenas obras caritativas que te permitan aumentar el caudal de argumentación de justicia a tu favor para que el día de tu muerte te sientas preparado para presentarte ante Dios con la garantía del perdón. Pero no tienes paz; es claro. Es que tu justicia no ha superado la de los escribas y fariseos; y nunca lo hará tampoco. La única justicia que la supera es "la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él" (Ro. 3:22). Dios envió a su Hijo a morir "para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús" (Ro. 3:25-26). ¿Quieres entrar en el reino de los cielos? Necesitas esta justicia superior que te es imputada en el momento que te arrepientes de tus pecados y colocas tu fe en Jesucristo.

¡Dios te bendiga!

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viernes, 9 de octubre de 2015

C:/SYS FAILURE/

"Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" - Mateo 12:7

    El mensaje que ningún programador de computadores que controla una amplia red de maquinaria o de servicios informáticos quiere jamás ver en su pantalla es "SYS FAILURE" (Fallo en el Sistema), porque significa que un error grave ha ocurrido y sobre todo que el programa no es perfecto y necesita una revisión exhaustiva, o quizá ser desechado y obtener uno mejor. 
    Esta es la sensación que continuamente tenían los fariseos frente a las enseñanzas de Jesús; puesto que él exponía cada vez más a menudo y más claramente las fallas de su sistema de tradiciones y los resultados desastrosos que estas tenían en las personas adoctrinadas por ellos. Para el tiempo en que el Hijo de Dios vino para dar libertad a los pecadores, los fariseos habían agregado a la ley de Moisés más de seiscientas regulaciones que formaron parte de sus tradiciones y que batallaron por poner a la altura de la misma palabra de Dios, algunas de ellas completamente insólitas como es el hecho de no comer espigas con la mano en el día de reposo no sea que cayendo una semilla, la pisaran y al hundirse se transformara en una siembra, algo que hubiera significado hacer un trabajo de siembra en el día prohibido. 
   Nuestro texto de hoy se refiere a una situación como esta donde los discípulos del Señor arrancaron espigas para saciar su hambre en un día de reposo y fueron duramente censurados por los fariseos. Cristo les reprendió con un ejemplo del antiguo testamento y con un texto que reproduce una exhortación del profeta Oseas (6:6). La razón de esto es que en su tradición, ellos destruyeron el verdadero espíritu de la Escritura, que es mostrar un Dios misericordioso y no uno que demanda sacrificios del hombre.  El propósito de la ley era llevar a los hombres a un reposo definitivo, que solamente se encuentra en Cristo. La tradición puso obstáculos mayores a los que el hombre ya tiene.
    A menudo, el corazón se encuentra más a gusto con los sacrificios que puede hacer para hallar el favor de Dios que con el hecho de descansar en un Dios que muestra misericordia con los necesitados; y aún cuando el pecador es redimido, insiste en poner cargas sobre su vida y las de otros para asegurarse que su alma encuentre paz. Es triste que los sacrificios suplanten el trato misericordioso en la iglesia del Señor y que destruyan de esa forma el bendito reposo que tienen en Cristo quienes fueron perdonados. ¿Colocas cargas sobre tus hermanos que ni siquiera tú puedes llevar? ¿Conservas prejuicios que no tienen fundamento bíblico? ¿Perteneces a una iglesia donde "no se puede" es más importante que "Dios quiere esto"? Cuidado, debes velar por lo que Dios quiere, no lo que a ti te parece mejor para agradarle. La misericordia es la elección divina.

¡Dios te bendiga!

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jueves, 8 de octubre de 2015

¿VES LOS ÁRBOLES O EL BOSQUE?

"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida." - Juan 5:39-40

    Existe una frase proverbial bien conocida que reza así: "Los árboles no dejan ver el bosque"; y se utiliza cuando alguien no puede ver un asunto o una situación en su conjunto porque está prestando atención a los detalles. Suele ocurrir, en todos los ámbitos de la vida y circunstancias diversas pero nunca es tan preocupante como cuando acontece en el entorno espiritual. La Biblia es la palabra de Dios que él ha dejado al hombre para que conozca el testimonio de Jesucristo y para que creyéndolo acceda a la vida eterna. 
    Los judíos del tiempo de Cristo y desde mucho antes de él, buscaban diligentemente a Dios en las páginas del Antiguo Testamento pero fallaron en reconocer quién era Jesús. El estudio de la escritura llegó a ser un fin en sí mismo en lugar de ayudarles a conocer mejor a Dios. Al fallar en reconocer a Jesús como el Mesías estaban dando testimonio de su falta de percepción del verdadero mensaje de la escritura. El apóstol Pablo también lo dijo: "Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará." (2 Cor. 3:14-16).
    "La vida viene a través de Jesucristo, no del estudio bíblico; aunque a través de estudiar la Biblia se llega al conocimiento de Jesús." (Constable). Quizá tú eres uno de los que abren la Biblia todos los días, la llevas a tu iglesia e inclusive la subrayas con colores; pero por alguna razón que temes reconocer no la entiendes y sólo sabes ubicar los textos y mencionar sus libros. Y esa razón es que has fallado de ver lo más importante de la palabra de Dios que es Jesucristo; él es el tema principal desde Génesis hasta el Apocalipsis. Léela para conocerlo y conociéndolo serás salvo y siendo salvo, entenderás la Biblia. 
    Jesús, antes de dejar a sus discípulos hizo algo necesario con ellos "Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén." (Lc. 24:45-47). "En el rollo del libro está escrito de mí" dice el Salmo 40:7, un salmo mesiánico. Pídele a Dios que te haga ver a su Hijo en su palabra, recibe el testimonio que ella da acerca de él y luego sigue tu vida cristiana descubriéndolo día por día a través de sus páginas. No te pongas a contar árboles, disfruta de todo el bosque.

¡Dios te bendiga!

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miércoles, 7 de octubre de 2015

VIVIR DE REMIENDOS

"Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura." - Marcos 2:21

    ¿Quién no ha tenido alguna vez una prenda de vestir favorita; esa que siempre se usaba, se lavaba y se volvía a usar? Es difícil deshacerse de ciertas cosas que nos hacen sentir cómodos y a gusto, especialmente en lo que respecta a la apariencia. Pero las cosas, incluyendo las prendas de vestir, tienen su desgaste natural y llega un momento que no sirven más para lo que fueron destinadas; y cuando comenzamos a querer remendar lo que ya ha cumplido con su vida útil, es sólo para descubrir que empeoramos la imagen que damos.
    Cuando los discípulos del Señor fueron cuestionados por los de Juan el Bautista acerca de costumbres que ellos no practicaban como todos los demás, cosas que siempre se habían hecho; Jesús les dijo en dos parábolas que continuar con prácticas antiguas frente a la realidad y frescura de lo nuevo, sólo haría más complicada, desagradable y tediosa la vida cotidiana de los discípulos. El se estaba refiriendo a costumbres de la ley de Moisés que no tenían lugar ante la vitalidad de la gracia; y tratar de usar la misma como añadidura a lo antiguo solamente causaría daño, como un remiendo nuevo en un vestido viejo. La epístola de Pablo a los Gálatas es una completa exposición detallada de esta verdad que Jesús enseñó aquí; cuándo habiendo sido alcanzados por la gracia de Dios a través del evangelio, procuramos vivir como si todo dependiera de nosotros.
    Tú le haces daño a tu vida cuando pretendes remendar viejas costumbres que se caracterizaban por tratar de ganarse el favor de Dios para vivir en paz. Jesucristo es la nueva vestimenta que se nos ha dado por medio de la fe; es la mejor marca de ropa que podemos vestir, su nombre: "Consumado es" (Jn. 19:30) y está confeccionada con 100 % de Gracia; no se arruga, no se lava, no se plancha, y no encoge; siempre conserva su tamaño original, pero si tratas de usarla como un remiendo para ropa vieja, sólo vas a obtener harapos.
    Aprende a vivir por fe en la gracia que se te ha dado en Cristo cuando creíste en él, y cesa de querer vivir reformando la vida antigua; disfruta la ropa nueva con que el Señor te ha vestido en el Calvario y haz que tu historia sea un ejemplo viviente para todos los que viven remendados.

¡Dios te bendiga!

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