viernes, 31 de julio de 2015

¿CÓMO QUE NADIE TE ENTIENDE?

"En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad" - Isaías 63:9

    He aquí la verdadera esencia de la relación de Dios con sus hijos. Isaías hizo un repaso de las distintas vicisitudes por las que Israel atravesó solamente para confesar que nunca Dios los había desamparado, pero más aún y es que jamás había dejado de identificarse con ellos. Cada vez que ellos fueron angustiados, Dios se angustió con ellos. Las tristezas de la nación estaban mezcladas con distintas circunstancias y situaciones que incluían angustias como consecuencia de sus pecados; sin embargo, la angustia de Dios por ellos estaba exenta de cualquier impiedad. 
    Es una de las artimañas más frecuentes de Satanás el procurar colocar en el corazón de creyente la concepción de un pensamiento de abandono y castigo cínico de parte de Dios por cualquier pecado cometido cuando las consecuencias del mismo son inevitables. De la misma manera, cuando las pruebas que perfeccionan al hijo de Dios se suceden una tras otra, el enemigo de las almas susurra al oído la chance de que el Padre celestial no esté interesado en ese tipo de angustias por las que atraviesa. Pero la palabra de Dios neutraliza estos dardos de fuego no tan solo reiterándonos vez tras vez que Dios jamás abandona a los suyos sino que también sabe exactamente cómo se sienten sus hijos en los momentos de mayor angustia. El sustantivo "angustia" posee en el hebreo más que una connotación espiritual, también incluye una turbación sicológica y emocional; y es bueno saber que Dios tiene conocimiento de todo esto de manera integral en sus hijos.
    Es tan excelente y específico el mensaje que el profeta Isaías quiere comunicar, que utilizó una expresión única en toda la escritura para referirse a la comprensión que Dios posee de las angustias de sus hijos; él habla de "el ángel de su faz" y que se refiere a la misma presencia de Dios y es también una referencia al Señor Jesucristo en el antiguo testamento. Glorioso sin duda alguna, porque al leer los evangelios y el nuevo testamento adquirimos una visión más profunda y más majestuosa de cómo es que Dios se angustia con nosotros. Es que él no solamente va con nosotros en las pruebas, "cuando pases por las aguas, yo estaré contigo" (Is. 43:2), sino que sabe cómo nos sentimos y simpatiza con nosotros a la perfección, "pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados"... "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado" (He. 2:18, 4:15).  
   Hoy debería ser un día en que agradeces a Dios porque sabe muy bien cómo sufres o te angustias para que ceses de decir por todos lados "nadie me entiende", y comiences a apreciar cómo Dios sí lo hace y cómo prepara los dos ingredientes que utilizará para ayudarte: Amor y Clemencia. Bendito Salvador tenemos, el "varón de dolores, experimentado en quebranto" (Is. 53:3)

¡Dios te bendiga!

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jueves, 30 de julio de 2015

BANDERA ROJA

"Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos." - Isaías 57:20-21

    Quien ha tenido la oportunidad de tomarse un descanso o vacaciones en la costa marítima sabe que al llegar a la playa el color de la bandera que colocan los guardavidas le indicará si el mar está en condiciones óptimas para bañarse y nadar o no lo está. La bandera roja es la desdicha de aquellos que aman la playa y el mar, especialmente si el día es soleado porque le avisa que, no importa cuán lindo se vea de afuera, no es prudente entrar en el agua. Dos cosas, entre otras, puede significar el mensaje de la bandera roja según los códigos internacionales de seguridad playera; "estado general del mar muy agitado" y "agua o arena contaminada".
    Cuando Isaías describió la condición del corazón del hombre sin Dios lo hizo con una "bandera roja" y no hizo ninguna diferencia ni ningún tipo de salvedad. La palabra "impío" en la Biblia significa justamente, culpable y conlleva la presencia de turbulencia y la ausencia de quietud interior. No hay paz -dice el profeta- para los impíos. Cuando en el contexto hebreo dos personas se encontraban y se saludaban; la pregunta inmediata era "¿cómo está tu paz?" -algo similar a nuestro "¿cómo estás?" De manera que el cuadro que nos da Isaías es concreto: Las personas sin Dios son personas que no están bien y son personas turbadas e inquietas espiritualmente.
   Si esta fuera una opinión humana de Isaías quizá muchos se animarían a objetar su declaración, pero el pasaje dice "No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos" Y esto significa que no importa lo que diga nadie, no interesa cuán hermosas palabras y argumentos utilice alguien para describir su vida interior y en general; aquí lo único que cuenta es el diagnóstico divino. Lo puedes encubrir con tu colección de música para relax, con una dieta que mejore tu figura, con libros de auto-ayuda, evitando amistades nocivas, oyendo filosofía oriental; todo lo que quieras, pero la condición sigue y seguirá siendo la misma: No hay paz.
   Existe una sola cosa que producirá el cambio tan esperado, y es creer el evangelio que nos habla de Cristo, el Príncipe de Paz; y la palabra de Dios nos asegura que "él es nuestra paz" ya que él "vino y anunció las buenas nuevas de paz" (Ef. 2:14 y 17). Cuando aprendas que Jesús solucionó el problema del "cieno y lodo" de tu alma "haciendo la paz mediante la sangre de su cruz" (Col. 1:20); entonces también gozarás de esta bendita declaración divina: "Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré" (Is. 57:19). No más bandera roja para tu alma. Sólo paz, sólo Cristo.

¡Dios te bendiga!

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miércoles, 29 de julio de 2015

FUE EL DESEO DE DIOS

"Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento" - Isaías 53:10a

    Esta es una extraña y a la vez sublime declaración de la escritura. Se halla en el capítulo 53 de Isaías  que es por lejos, una de las profecías más concretas y exactas acerca de los sufrimientos futuros del Mesías para expiar y perdonar el pecado de su pueblo. La humillación y exaltación, el sufrimiento y la gloria, son palabras claves en el tema de esta profecía.
    Al leer el versículo 10, uno no puede más que considerar la profundidad de su implicación, porque representa un acto voluntario de Dios que expresa concretamente su deseo con relación a su Hijo en la expresión "quiso quebrantarlo". Recuerda lector, que Dios no hace nada forzado o bajo presión; ningún acontecimiento o circunstancia hace que él deba mover su mano y ejecutar su obra de manera no prevista o considerada con anterioridad. Dios nunca tiene que cambiar sus planes o realizar una tarea como resultado de algo que no había tenido en cuenta. El jamás tuvo que decidir su curso de acción porque las cosas no le salieron como lo había planeado. "Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos" (Sal. 135:6). "Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho" (Sal. 115:3).
   Es decir que este deseo de Dios es a la vez un misterio de Dios porque un deseo conlleva la idea de un deleite o placer. El Padre no se deleitó en ver a su Hijo sufrir de por sí; y no obstante sí lo hizo al considerar los resultados que obtuvo con su sacrificio: Eterna salvación para los que en él confían. El error más común en lo que respecta a la comprensión de la redención radica en pensar que el sacrificio de Cristo fue en primer lugar para salvar a los pecadores. No es así; el sacrifico de Cristo tuvo como prioridad satisfacer las demandas de la justicia de Dios y agradarle a él en primer lugar. Es la obtención de ambas cosas en el calvario lo que permite al hombre tener la esperanza del perdón de pecados.
    Si Dios no hubiera quedado satisfecho, ningún pecador hubiera sido perdonado. Isaías 53 no habla de nosotros pecadores, habla de Cristo hecho pecado por nosotros; habla del Padre sujetando a su Hijo al padecimiento, de su justicia totalmente satisfecha y de una victoria absolutamente completa y definitiva por medio de los sufrimientos jamás imaginados. Revisa tu teología, sé coherente con la escritura y considera cómo lo que Dios desea es un tema central en la Biblia. Su deseo hizo posible que tú y yo tengamos hoy la oportunidad de obtener el perdón.

¡Dios te bendiga!

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martes, 28 de julio de 2015

VIAJE DE REGRESO

"Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos" - Salmo 80:7

    Asaf, el autor humano de este salmo no solamente era un sacerdote, era también un profeta. Su visión espiritual es bien conocida debido a sus experiencias plasmadas en otros lugares del salterio hebreo. El fue quien estuvo a punto de resbalar de su fe en salmo 73; oprimido por el enemigo en salmo 74;  agradecido en salmo 75; seguro en salmo 76; confundido y enfermo espiritualmente en salmo 77; recordando en salmo 78; afligido en salmo 79; reprensor en salmo 81; amonestador en salmo 82 e intercesor en salmo 83.
   Pero aquí, en salmo 80, el sacerdote Asaf se encuentra necesitado junto a toda la nación de Israel, de "un viaje de regreso". Es que la repetición en este salmo en tres ocasiones de su ruego por una restauración (3,7,19), indican su más profundo anhelo. Cuando él hizo esta oración, en las tres oportunidades utilizó un verbo hebreo ("shub") que significa básicamente, "volver al punto de partida". No cabe duda que comprendía que una correcta condición espiritual es aquella que no se queda a mitad de camino en lo que concierne a un andar en obediencia. 
   En búsqueda de restauración Asaf sabía que el único factor que haría posible el acontecimiento espiritual de salvación para la nación sería la iluminación de Dios y por eso ruega por un resplandor de su rostro. Su rey, David, lo había expresado bien en su teología de avivamiento espiritual cuando dijo: "Porque contigo está el manantial de vida, en tu luz veremos la luz" (Sal. 36:9). Ningún razonamiento, inteligencia y sabiduría humana será capaz de revelar la verdadera condición del corazón como lo hace el Espíritu Santo por medio de las escrituras. ¡Cuán distinto es lo que vemos en nosotros cuando Dios ilumina el alma, que lo que vemos nosotros cuando nos alumbramos con ideas preconcebidas o la comparación de las vidas de otros! 
    Cuando el cielo oye que nuestras almas claman por la luz de Dios acerca de una restauración, es que se conoce que deseamos volver al punto de partida, "me levantaré e iré a mi padre..." (Lc. 15:18a) es el camino de regreso. El hijo pródigo no se paró a mitad de camino, fue derecho al punto de partida. "Recuerda, por tanto, de dónde has caído" le dijo Jesús a la iglesia de Efeso (Ap. 2:5). Más a menudo precisamos una oración como la de Asaf, más seguido precisamos luz divina que penetra en la oscuridad de nuestra propia luz corrompida. 

¡Dios te bendiga!

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lunes, 27 de julio de 2015

DIOS NO HA DICHO NADA DE ESO

"... no dije a la descendencia de Jacob: En vano me buscáis" - Isaías 45:19

    "Así que la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios" dice el apóstol Pablo en Romanos 10:17; de manera que con gozo leemos las promesas de Dios en la escritura, disfrutamos de escuchar su voz y creerla y de experimentar cómo la fe se fortalece por ella. "Mira lo que Dios dice aquí -señalamos a menudo- es lo que está escrito y lo que Dios ha dicho, no tenemos razón para dudar de él." Biblias subrayadas, versículos anotados, colores que nos recuerdan algo especial, una fecha, etc. Todo ello trae a nuestra memoria que la palabra de Dios -lo que el ha dicho- es digna de creer y confiar.
     Sin embargo ¿has pensado también que la fe se puede fortalecer por lo que él no ha dicho? ¿Cómo? Exactamente, porque muchos de nuestros temores y dudas surgen de imaginaciones y suposiciones de cosas que Dios hará o piensa pero que jamás ha dicho que las haría o que ha dado a entender en su palabra ya sea directamente o por ejemplos en las historias contenidas dentro de sus páginas. Israel tenía razonamientos equivocados en cuanto a Dios y eso dio como resultado que tuvieran también razonamientos errados en cuanto a ellos mismos. Cuando tenemos una imagen de Dios incorrecta, indefectiblemente la tendremos acerca de nosotros igualmente. Lo que Dios dijo de sí mismo y lo que dice de cada uno de nosotros, eso es lo que debemos mirar; el resto es pura mentira. 
    Por eso debes leer con atención, Dios no dijo que le buscamos en vano; Dios no dijo que te abandonaría; Dios no dijo que es imposible hallarlo; Dios no dijo que va a fallar o que sus planes no se van a cumplir, o que te sustentará dependiendo de tu fidelidad, o que te guardará con seguridad en proporción a tu conocimiento de él. Dios no dice que tu, justamente tu atraviesas por dificultades y pruebas que ninguna otra persona en el mundo jamás atravesó o que tu experiencia es única en la historia de la humanidad. No, Dios no ha dicho nada de eso, ni en cuanto a su persona, ni en cuanto a ti.
    De manera que, toma tu Biblia, léela de tapa a tapa, créela desde Génesis a Apocalipsis, subraya todo lo que quieras, ámala, y ama a su autor, pero sobre todas las cosas cree también todo lo que no ha dicho para que disfrutes y sirvas con toda tu mente y con todas tus fuerzas al Dios honesto, puro y santo.

¡Dios te bendiga!

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domingo, 26 de julio de 2015

VIALIDAD ESPIRITUAL

"Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane." - Isaías 40:3-4

    Una definición de la palabra "Vialidad" en internet dice: "Término con que se designa genéricamente el conjunto de infraestructuras que forma la red de vías urbanas e interurbanas por las que se desarrolla el tráfico. Suele aplicarse también al conjunto de normas y actividades relativas a la construcción y mantenimiento de calles y carreteras. ¿Quién no ha visto al viajar por una ruta en construcción o reparación, a un hombre parado utilizando un teodolito de color amarillo apoyado en un trípode y midiendo distancias y desniveles; y máquinas viales moviendo grandes cantidades de tierra y afines? A veces nos quejamos por las demoras que nos ocasionan los arreglos y tramos de caminos nuevos, pero ¡qué cómodo y práctico es transitar luego por allí!
    Cuando Isaías anunció la futura llegada del Mesías, lo hizo como un heraldo que hacía los preparativos necesarios para que el Rey transitara con comodidad; para ello, se requerían caminos acondicionados tal como lo describe en el versículo de hoy. Ni alturas ni depresiones, ni desvíos o asperezas: Un camino recto y una calzada cómodamente transitable. Así es como el Rey merece ser recibido en cualquier lugar.
    Pero claro está, el profeta estaba ilustrando una condición espiritual y en ese sentido es notable cómo los corazones de los hombres han de examinarse para ver de qué manera se encuentran acondicionados para conocer y experimentar la presencia y el paso de Cristo por en medio de ellos. Algunos corazones se encuentran en un profundo valle; piensan de sí mismos como imposibilitados de ser transformados. La abundancia de pecado, olvido de Dios, maldad y desgracia que han vivido en sus vidas les hace imaginar que Cristo no pensaría en ellos jamás. Pero el profeta dice: "¡Todo valle sea alzado!" Otros, poseen un concepto tan elevados de sí mismos, tanto orgullo, autosuficiencia y poder que no consideran que deben ceder nada ante los reclamos del evangelio de arrepentirse. Una vez más la voz del siervo de Dios se hace oír: "¡Bájese todo monte y collado!" Y un tercer grupo de corazones que ignoran absolutamente la realidad de la eternidad y viven desviados completamente de lo que la Biblia enseña, tan ásperamente desinteresados de sus almas; a ellos Isaías clama: "¡Lo torcido se enderece, y lo áspero se allane!"
    Cuando el Espíritu Santo aplica el teodolito divino a tu alma ¿qué encuentra? ¿depresión? ¿orgullo? ¿ignorancia o desinterés? ¡Ay, ay, ay! El Rey vendrá de todas maneras y no admitirá caminos fuera de condición. ¿Tienes un momento en este día para examinar cómo está el estado de tránsito de tu corazón? Tómate el tiempo para acondicionarlo, no seas insensato sino obediente y dale paso a Cristo con una vida preparada y receptiva de su voluntad.

¡Dios te bendiga!

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sábado, 25 de julio de 2015

"¡LERO, LERO!"


"Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Acerca de lo que me rogaste sobre Senaquerib rey de Asiria, estas son las palabras que Jehová habló contra él: La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece; detrás de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén." - Isaías 37:21-22

    En la mayoría de los países de América Latina, el "lero - lero" se conoce como una expresión verbal de burla infantil que un niño hace y que acompaña con el movimiento de las palmas de sus manos apoyadas con sus pulgares en las sienes y hacia adelante, especialmente en momentos de juegos de corridas y afines. Bastante jocosa en verdad pero también sumamente clara: "¡No puedes hacerme nada, lero, lero!"
    Cuando el rey Ezequías experimentó la invasión asiria a Jerusalén, durante el sitio de la ciudad en dos oportunidades tuvo que soportar las injurias de Senaquerib rey de Asiria quien se mofaba de su poder a la vez que menospreciaba a Dios con sus palabras. En la primera ocasión el blasfemo tirano emitió sus amenazas verbalmente y el rey Ezequías hizo saber al profeta Isaías acerca de esta ignominia sufrida, a lo cual Dios respondió: "No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria" (Is. 37:6).  Pero en la segunda oportunidad el rey asirio envió cartas a Ezequías insultando y dando un ultimátum severo. Ahora, el piadoso rey de Judá buscó a Dios personalmente: "Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores, y las leyó; y subió a la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová. Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente."(37:14-17)
    La respuesta de Dios no se hizo esperar y nuestro texto de hoy nos dice cómo veía a su pueblo frente a las amenazas de Asiria; pues haciéndole un "lero, lero". Así de simple. ¿Cuál era la verdadera razón de esta expresión de la hija de Sión contra el rey asirio? ¿Era acaso su confianza en su propia fidelidad? Claro que no, ellos había sido infieles e idólatras. ¿Entonces? He aquí la razón: "¿A quién vituperaste, y a quién blasfemaste? ¿Contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto? Contra el Santo de Israel." (37:23). Toda acusación contra el pueblo de Dios de parte del enemigo, es una burla contra Dios. 
   Ezequías ahora tenía razones para confiar y burlarse del asedio del enemigo: Dios estaba siendo blasfemado y no sería pasado por alto. Ten presente, lector, que si tu eres un hijo de Dios y cual el rey de Judá humillas tu corazón en momentos de pruebas y adversidad, entonces la palabra de Dios te garantiza que puedes burlarte con temor de estas amenazas; tu seguridad se halla en la victoria de Cristo en la cruz, y esta es la razón por la que puedes apropiarte de la fabulosa promesa hecha en el Nuevo Testamento: "Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies" (Ro. 16:20). Sólo anhela la gloria de Dios, sólo sufre por su nombre deshonrado, el resto es responsabilidad suya. No se trata de ti, sino de la gloria de Dios. Un "lero-lero" al enemigo sólo es adecuado bajo estas circunstancias. 

¡Dios te bendiga!

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viernes, 24 de julio de 2015

CAMINANTE, SÍ HAY CAMINO

"Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará." - Isaías 35:8 

    Isaías como todos los profetas, anunció el mensaje del Señor con una visión que contenía un cumplimiento doble, es decir uno cercano y otro lejano. Cuando los profetas hablaban del futuro glorioso de Sión hacían referencia al tiempo en que Israel sería restaurado como nación luego de la cautividad pero principalmente hacían referencia al tiempo cuando el Mesías reinaría definitivamente. El pasaje de hoy tiene en vista concretamente el momento en que Jesús será Rey soberano sobre el mundo. Sin embargo, todas las verdades espirituales de la Biblia contienen un provecho para el lector no importa el tiempo en que las lea; y este es el caso del texto de hoy. De la misma manera que el escritor de Hebreos utilizó parte de este capítulo de Isaías para exhortar a sus lectores (cp. 35:3 con Heb. 12:2), así también es factible ver esta gloriosa promesa futura como un condimento definido para la vida del hijo de Dios.
    Cuando Jesucristo afirmó ser el Camino (Jn. 14:6), no solamente estaba hablando de un absoluto sino que estaba definiendo la característica particular del mismo, que es la santidad. Jesús no solamente es el Camino sino que es el Camino de Santidad porque es la única manera de ver a Dios, como lo dice Hebreos 12:14 "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor". En el momento en que un alma es regenerada y salvada por la gracia de Dios, es colocada en el camino angosto no para  transitar por él en soledad sino en una relación íntima y segura con Cristo "él mismo estará con ellos" - dice Isaías; y "yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo"- dijo Jesús.
    Es profundamente gratificante y alentador para el alma considerar cómo Isaías destaca la calidad y seguridad de estar en este camino porque garantiza que la torpeza más aguda no ocasionará el extravío. ¡Qué dicha es saber que de la misma manera que la gracia de Dios fue suficiente para salvarnos, también es suficiente para sostenernos, no importa cuán torpes seamos en nuestro andar con Cristo. No hay posibilidad de extravío al andar por este camino. Esta certeza solamente la posee el cristianismo bíblico y ninguna otra religión del mundo que se basa en hombres y principios terrenales. "¡Ah!" - dices tú- "es que no sabes cómo soy yo, cuán torpe y débil" No seas insensato y toma aliento con las palabras del profeta, puesto que él dice: "el que anduviere" ¿Lo ves?, no tiene nombre y por lo tanto te incluye a ti también; cuanto más torpe, tanto más se hace evidente la gracia de Dios en el individuo porque él se deleita en fortalecer a los débiles con su poder. Camina tranquilo, camina con fe y camina con Cristo.

¡Dios te bendiga!

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jueves, 23 de julio de 2015

LO PRIMERO, PRIMERO

"Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre" - Isaías 32:17

    ¡Paz! ¡Paz! - se oye a menudo como parte del clamor de la gente a causa de las aflicciones, tristezas y diversas, guerras o situaciones incontrolables. La paz es un tesoro preciado para el hombre pero notablemente ausente en su vida cotidiana, tanto individual como colectivamente; no hablamos necesariamente de conflictos bélicos sino de asuntos mucho más diminutos que esos en comparación pero absolutamente duros de sobrellevar como puede ser un conflicto laboral con una compañero, o un fracaso matrimonial, una gran deuda económica y, sin duda alguna, la más profunda: La falta de paz por temor a morir.
   En su afán por obtener paz muchas personas pretenden solucionar conflictos, consolidar relaciones, emprender nuevos rumbos. El resultado siempre es el mismo y nunca se puede concretar lo que se necesita para la anhelada tranquilidad del alma. Isaías antepone a la justicia como cualidad indispensable y prioritaria para el disfrute de la paz y el reposo. Pero no es una justicia basada en actitudes justas sino basada en un hecho justo; y es indispensable entender que este único hecho justo proviene de Dios y no del hombre. Debes entender bien, lector, que la única paz que es válida, necesaria y más preciada que cualquier otra situación de tranquilidad, es la paz que otorga Dios y que resulta de saber con absoluta certeza que el pecado ha sido perdonado para siempre.
    Nunca será posible que la paz anteceda a la justicia porque Dios demanda el cese del conflicto espiritual-legal entre Dios y el hombre para que este pueda acceder a la paz que también proviene del mismo Señor. Resonarán para siempre las palabras que el Espíritu Santo guió a escribir al apóstol Pablo cuando dijo: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Ro. 5:1). No es paz consigo mismo lo que el hombre necesita en primer lugar, sino paz con Dios; y esta es una paz que resulta de la justicia divina enteramente satisfecha; lo demás es una consecuencia directa y segura. Justicia de Dios, y luego paz de Dios; no al revés.
    Cuando el escritor de Hebreos describió al Señor Jesucristo proféticamente representado en Melquisedec, lo hizo específicamente de esta manera, "cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz" (7:2). Si estás buscando paz, no es algo anormal pero no es lo primero que debes perseguir; tienes que creer y respetar el orden del cielo que requiere de un castigo justo sobre el pecado para que la paz sea un asunto permanente. Toma aliento, esto ya ocurrió en la cruz del calvario cuando Cristo entregó su vida y donde "La justicia y la paz se besaron" (Sal. 85:10). Sólo resta que pongas tu confianza en su persona, porque él es el Príncipe de Paz.

¡Dios te bendiga!

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miércoles, 22 de julio de 2015

APRENDIENDO EL ABC

"La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá..." - Isaías 28:13

    Los líderes de la nación en tiempo de Isaías se burlaban de la manera que él presentaba sus mensajes con simplicidad y repitiendo lo mismo siempre. Una y otra vez el profeta anunciaba a Israel la necesidad de confiar solamente en Dios para su seguridad y no en las naciones extranjeras, y lo decía continuamente y con palabras sencillas. El rey y los demás veían esta forma de proclamación como una burla a su intelecto y orgullosa estirpe.
    Pero la didáctica de Isaías no apelaba a una profundidad de intelecto sino a un corazón humilde, sin embargo la nación tenía lengua de santos y corazón de impíos "porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí" (29:13). No existe mejor enseñanza que aquella que apunta al corazón y para ello no se precisa sabiduría de palabras sino la proclamación del mensaje tal y cual se nos ha dejado en la escritura. A menudo las personas se amontonan para ver y oír "cosas estupendas", cosas que los hagan emocionar y que les provoquen entusiasmo. Pero la mejor y única manera de transformar vidas es el desarrollo paulatino, constante y completo de todo el consejo de Dios en su palabra. Lo dijo el apóstol Pablo, "no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios " (Hechos 20:27); el sabía lo que significaba usar la Escritura para proclamar a Cristo y durante tres años no cesó de hacerlo con los efesios. 
    Lamentablemente, como en tiempos de Isaías, también hoy muchos oyentes y multitudes solicitan la misma receta de enseñanza que le pedían a él, "no nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas"( 30:10). Es menester que la iglesia de Cristo haga colectivamente lo que debe hacer cada uno que forma parte de ella individualmente: Ir a través de la Biblia de tapa a tapa. ¿Cómo sabremos lo que Dios quiso decirnos en el pentateuco si no enseñamos de allí? ¿En los Salmos y Proverbios? ¿Los libros históricos? ¿La profecía? Jesús dijo: "Mis ovejas oyen mi voz" y la voz del pastor comienza a escucharse en Génesis 1:1 y termina en Apocalipsis 22:21. 
    ¿Eres un creyente comprometido? Entonces lee tu Biblia renglón tras renglón y ora para que tus hermanos en la fe hagan lo mismo y que en tu iglesia así se aprecie la enseñanza. ¿Eres un siervo de Dios a cargo de una congregación? No deseches ningún libro de la escritura, examina tu filosofía de enseñanza y no estés picoteando por los pasajes que te parecen más atractivos, ¡predica la palabra! ¡toda la palabra! Este es el ABC de la iglesia y de cada hijo de Dios.

¡Dios te bendiga!

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martes, 21 de julio de 2015

COMO PRÓSPERO JARDÍN

"Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano. Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano" - Oseas 14:5-6

    Llegando al final de su profecía, Oseas mantiene el estilo literario de la mayoría de las diferentes secciones de su mensaje: Una promesa de restauración que continua a un mensaje de juicio; solo que en este caso la acompaña con una exhortación y súplica por el arrepentimiento de la nación para gozar de esa futura bendición divina, "Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios" (vs. 1 y 2).
    Con una notable expresión poética que utiliza figuras de la naturaleza, el profeta describe lo que acontecerá a la nación arrepentida y perdonada; será un pueblo caracterizado por su productividad y su atractivo. Es esto lo que Dios espera de todo redimido, es su mayor placer bendecir a quienes ha perdonado y transformado. Observa cómo Oseas pone de relieve esta condición particular y cómo es imposible no pensar acerca de nuestra propia vida y relación con Dios.
    Primero es la descripción de Dios proveyendo el agua necesaria, porque nada es posible sin su visitación al alma y porque cualquier bendición genuina proviene de lo alto ya que "la bendición de Jehová es la que enriquece" (Pr. 10:22) y porque se promete que Dios "bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba" (Gn. 49:25). Y luego el profeta habla del florecimiento - que describe la hermosura que existe en un corazón que abandonó el pecado, el cual afea a cualquier hijo de Dios. Más aún, se describe la fortaleza interna y externa -en la mención de las raíces y las ramas- porque el pecado también debilita, pero la gracia de Dios recobra las fuerzas en el hijo de Dios; algo que ocurre dentro de su alma pero que se exterioriza en su diario vivir.
   Oseas no detiene su descripción y menciona la gloria del olivo, representando con ello la recuperación del valor luego del arrepentimiento y la confesión; valor perdido por el pecado pero ahora transformado por el rocío divino; el corazón contrito dice: "ya no soy digno de ser llamado tu hijo"... pero el corazón de Dios responde: "este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado". (Lc. 15:19, 24)
    Finalmente, es el turno de la fragancia en el creyente... "perfumará" -dice Oseas; y es claro que "una fragancia no tienen ningún valor útil en sí misma, pero es un deleite para quien la huele" (Boice). El pecado causa mal olor pero cuando Cristo transforma y renueva el alma, entonces "por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento" (2 Cor. 2:14). Así, estimado lector, tu tienes un cuadro completo de lo que hace la gracia de Dios en el corazón cuando hay verdadera súplica por restauración y perdón. Cuando Oseas comienza su profecía habla de Dios llevando a su pueblo al desierto, "Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón" (2:14); y finaliza describiendo al pueblo como un futuro bello jardín. ¿Quieres la misma transformación? Sigue los pasos y recomendaciones del Gran Jardinero, confiesa el pecado y vuélvete como un próspero jardín.

¡Dios te bendiga!

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lunes, 20 de julio de 2015

SEJUELA

"Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo" - Oseas 7:9

    Es casi seguro que todos hemos tenido la oportunidad de hojear un álbum de fotografías que contenía registros de años anteriores con familiares, amigos y diversos recurerdos. Sin lugar a dudas, la expresión más recurrente en estas ocasiones es: "¡Mira cómo has cambiado!" o "¡Qué canoso está fulano!" o también, "A este le agarró la enfermedad de la Sejuela - ¡Se Jué la Juventud!"... y tantas otras cosas que se dicen jocosamente y no tanto también.
     Es que una imagen del pasado nos coloca los pies sobre la tierra  rápidamente en lo que respecta a los cambios que físicamente hemos experimentado. No hay nada que discutir; cambiamos y no percibimos los cambios; arrugas, canas, ojeras, etc. Así es la vida.
    Tener cambios físicos y no darse cuenta no es para nada peligroso como tener cambios espirituales, decadencia del alma y ser imperceptibles a ello. Pues esto es lo que pasó con Israel y el profeta Oseas lo ilustró a través de la figura de la extinción de la fuerza y la aparición de las canas, aunque con absoluta ignorancia por parte del pueblo mientras que todas las naciones vecinas se daban cuenta de la rápida decadencia de ellos. Como con las fotos, los que no nos han visto por mucho tiempo y se dan cuenta inmediatamente que nos ven cuánto hemos cambiado, también con la defección del corazón son los de afuera los que ven más claramente cuánto hemos decaído. 
    Esta es una tragedia muy lamentable para cualquier alma cuando el tiempo y las oportunidades pasan y es tarde para hacer lo que no se hizo en su momento. G. Campbell Morgan lo dijo de esta manera: "Señales de decadencia, que se hacen patentes para otros, están ocultas a nuestros ojos; y asi seguimos y seguimos y seguimos, victimas de la menguante fuerza, volviéndonos espiritual y moralmente degenerados sin saberlo.  Estamos ciegos a las señales que son evidentes para otros que nos observan. No existe condición más peligrosa para nuestra alma que la que demuestra una inconsciente decadencia." 
    Piensa en este día, mírate en el espejo de la Palabra de Dios y observa si te han aparecido las canas de la vejez del alma y el deterioro en la fortaleza del corazón. ¿Ya no te ocupas en leer tu Biblia? ¿No te congregas con la continuidad de antes? ¿Estás más involucrado con los amigos del trabajo, cenas, tertulias y socialización que lo que estás con los hermanos de tu iglesia? ¿Cuánto hace que otros no oyen de tus labios el mensaje del evangelio de Cristo? No descuides más tu andar con Dios. Tómate una fotografía del alma más a menudo.

¡Dios te bendiga!

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domingo, 19 de julio de 2015

ERES TÚ Y NINGÚN OTRO


"Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él y le sirváis, y seáis sus ministros, y le queméis incienso." - 2 Crónicas 29:11

    ¿Qué hacer cuando se siente incapacitado espiritualmente? ¿Qué hacer cuando ese sentimiento está rodeado de fracasos en la vida cristiana y con angustias y cargos de conciencia que hunden al corazón más y más en desesperación, apatía y desgaño? ¿Y si todo alrededor no favorece tampoco para una decisión de cambio?
    Pues así es como quizá se sentían los levitas en tiempos del rey Ezequías ya que antes de su arribo al trono, las puertas del templo estaban cerradas y los ministerios levíticos clausurados, y  los mismos que debían ministrar se encontraban incapacitados de hacerlo por su propia infidelidad. ¿Cuál era la opción para todos ellos? 
    El rey tuvo la visión, el discernimiento y la certeza necesaria para comprender que eran ellos y nadie más quienes debían tomar la responsabilidad de ministrar. Ezequías era un monarca consagrado de corazón y su temor de Dios y el amor por su ley le daban plena confianza para alentar a los levitas de esta manera. Lo que era necesario hacer tenía que ver con obediencia y purificación, y así lo entendía el rey cuando los exhortó: "Y les dijo: ¡Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia." (v. 5)
    ¿Tú eres la clase hijo de Dios que piensas que ya no hay vuelta atrás con tus fracasos y mal ejemplo? ¿Crees que tu vida ya no puede tener efectividad espiritual? Considera: Cuando Cristo te compró con su sangre adquirió todos los derechos sobre tu persona y juntamente con ello hizo provisión para todos tus pecados y fracasos pasados, presentes y futuros. Eres tu quien debe servir y no otro; así lo dice el libro de Hebreos, "¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" (9:14)
    Deja de tenerte lástima y confiesa que el orgullo te ha engañado y una falsa humildad te ha hecho pensar que no eres digno de servir a Dios cuando él te ha llamado a hacerlo. El rey Ezequías tuvo la valentía de decirlo a los levitas y ellos aprendieron la lección, pues la escritura dice que "los levitas fueron más rectos de corazón para santificarse que los sacerdotes" (v. 34).  Ahora te toca a ti obedecer, confesar y hacer lo que corresponde sin dar vueltas ya que "somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (Ef. 2:10)

¡Dios te bendiga!

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sábado, 18 de julio de 2015

EL OJO DEL CICLÓN

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado." - Isaías 26:3

   Los meteorólogos denominan "ojo del ciclón" a la región circular generalmente más calma que se forma en el núcleo del mismo y que se encuentra "circunvalada por una pared simétrica de torres de tormentas que se caracteriza por vientos flojos y cielos despejados." (Wikipedia). La idea de una calma absoluta no es factible en un evento climático como este, pero considerando la magnitud del hecho es interesante pensar cómo podría ser más seguro estar allí en el centro mismo en vez de la periferia donde las consecuencias serían fatales.
    Lo que no es completamente posible en un ciclón, tornado o huracán, climáticamente hablando, es verdad para un hijo de Dios en medio de las condiciones más adversas que le toquen vivir si es que ha hecho bien los deberes. Note el lector muy bien lo que dice el texto de hoy; porque la "completa paz" es un asunto que le compete a Dios otorgar y no a nosotros inventar o forzar. Una paz completa es una paz perfecta en el momento adecuado y no una erradicación absoluta de problemas en todo tiempo pues ¿cómo se distinguiría entonces la quietud de la tribulación? ¿Cómo explicaríamos que Pablo y Bernabé exhortaran a los nuevos creyentes con palabras tales como "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios"? (Hechos 14:22).
    El texto no hace énfasis en la paz tanto como en lo que la garantiza: Dios y la confianza en su nombre y la perseverancia en considerar su persona con su pacto de gracia sobre aquellos que le aman. Confiar en Dios nunca da lugar a la frustración o el desaliento. Confiar en Dios es tomar su palabra con la convicción de saber de quién proviene. Fe, sin duda alguna. Es menester perseverar en ello, porque somos nosotros los que variamos y no Dios, él es la "fortaleza de los siglos" (v. 4). Ese tipo de "confianza o fe sentimental" de la que oímos cada vez más a menudo en canciones, señaladores para libros, calcos para vehículos, etc., no tiene nada que ver con la confianza que surge de perseverar pensando, meditando, ponderando e investigando en las maravillas de la persona de Dios los 365 días del año, hojeando la Biblia página por página, capítulo por capítulo y versículo por versículo; conociendo cómo es Dios y cómo es el desarrollo de su obra en el mundo y en nuestras vidas.
    Que sea hoy el día en que le das un giro a tu manera de ver las cosas, en lugar de buscar paz, busca conocer a Dios, amarle, entenderle, conocerle; cuando quieras darte cuenta estarás en ojo del ciclón mientras todo gira alrededor tuyo con violencia y amenaza pero sin afectarte en lo más mínimo. "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." (Filipenses 4:7)

¡Dios te bendiga!

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viernes, 17 de julio de 2015

BRECHAS PELIGROSAS

"Visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron..." - Isaías 22:9

    El capítulo 22 de Isaías es conocido como la profecía de "El valle de la visión", no porque Jerusalén estuviera ubicada en un valle, porque no lo está; sino por el cúmulo de profecías que habían venido sobre ella durante tanto tiempo. Existe un gran contraste que se observa en los primeros versículos entre la pasividad gozosa de la ciudad y la gran tristeza del profeta; "Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre... Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo..." (2, 4).
    En lugar de cuidar su relación con Dios y buscarle en humillación, oración y ruego, Jerusalén -la ciudad de David- mantuvo una filosofía del tipo "así es el destino que nos toca" y lo expresaban abiertamente: "... y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos." (13). Así, cuando el enemigo llegó, encontró una ciudad descuidada; rodeándola observaron un muro con brechas oportunas para facilitar la entrada. Los muros de la ciudad tenían un doble propósito, marcar un límite y proveer protección. Ambas cosas estaban por desaparecer en Jerusalén.
    Si el creyente ha sido negligente una y otra vez en cuidar su relación con Dios, no amándole, ni sirviéndole, ni obedeciéndole; entonces el enemigo naturalmente encontrará brechas multiplicadas a gran velocidad por donde logre introducirse y derrotarlo. Brechas en la oración, en los valores morales, en la lectura de la Biblia; brechas en su forma de ver la iglesia, de valorar el ministerio pastoral, de cómo tratar a los hermanos; brechas sobre la disciplina a los hijos, en el matrimonio, en lo que permite dentro de su hogar, en las amistades que elige. Brechas y más brechas que debilitan al hijo de Dios y le llevan a confesar en abandono: "Y bueno... yo no puedo... este mundo es cruel para un creyente"; como si el destino y no el plan de Dios fuera lo que controla su vida.
    Sería mejor tomar la actitud del profeta y llorar con amargura, ya que de alguna manera será esto el comienzo de una restauración: "Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza." (Stgo. 4:9).  ¿Quieres recuperar la protección contra el pecado y los límites para el mismo en tu vida? Entonces hay que reparar estas brechas porque Satanás no pierde tiempo y da vueltas y vueltas sobre tu vida para hallarlas y aprovecharlas. Se diligente y consistente y comienza hoy mismo confesando el pecado que deteriora tu alma.

¡Dios te bendiga!

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jueves, 16 de julio de 2015

LA MANERA MÁS SEGURA DE CAER

"Hemos oído la soberbia de Moab; muy grandes son su soberbia, su arrogancia y su altivez; pero sus mentiras no serán firmes." - Isaías 16:6

    Cuando Isaías pronunció estas palabras contra Moab, lo hizo en el contexto de los oráculos de juicio contra todas las naciones vecinas de Israel y que se llevaría a cabo por mano de Asiria. Las naciones paganas tenían una tremenda acumulación de idolatría, impiedad y pecado; pero Moab, nación que descendía de Lot el sobrino de Abraham, tenía un plus: Soberbia, arrogancia, altivez y mentira publicada. 
    Se acrecienta la magnitud de juicio sobre quienes de alguna manera poseen conocimiento de la verdad, y Moab seguramente lo tenía por su lejana relación familiar con Israel. Moab era soberbio. "Pues bien -alguien dirá- todos somos orgullosos en alguna manera." Es cierto, pero el caso de esta nación al igual que otros también es que ellos no lo disimulaban sino que lo habían hecho público, de allí que Isaías dijera: "lo hemos oído".
    Esta clase de arrogancia siempre está a la espera de una pronta manifestación de disciplina divina ya que es aborrecible para Dios. A menudo vemos personas que no tienen reparo en publicar su soberbia, altivez y arrogancia; individuos que siempre tienen la última palabra, la mejor idea, el más excelente razonamiento; y cuando esto ocurre dentro del seno de la iglesia es aún más triste y pavoroso. 
    Es que la única vez que Jesucristo dijo "aprended de mí" fue para hablar de su mansedumbre y humildad (Mt. 11:29)  y porque justamente, es esta una de las características fundamentales que sostienen la unidad de la iglesia, como lo enseña Pablo: "Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre,"... (Ef. 4:1-2a)
    Recuerda, como Moab, no hay firmeza en la soberbia sino absoluta debilidad ya que desafiar al Dios humilde es insano y devastador para el alma. ¿Tienes fama de altivo? ¿Es pública la actitud soberbia de tu personalidad? Pues toma nota de esto, no pasará mucho tiempo antes que el quebrantamiento sea tu comida y la humillación tu cama; Dios no admite rivales y menos aún malos ejemplos en su iglesia.

¡Dios te bendiga!

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miércoles, 15 de julio de 2015

JUGANDO A DOS PUNTAS

"Temían a Jehová, e hicieron del bajo pueblo sacerdotes de los lugares altos, que sacrificaban para ellos en los templos de los lugares altos. Temían a Jehová, y honraban a sus dioses, según la costumbre de las naciones de donde habían sido trasladados. Hasta hoy hacen como antes: ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel;" - 2 Reyes 17:32-34

    Cuando Asiría pobló Samaria en el norte de Israel olvidaron que no era la conquista de cualquier tierra, sino que era la tierra prometida. La población y la conducta que se generó al mezclarse con el remanente judío eran totalmente impías a los ojos de Dios, pero ellos no lo pensaron así, sino que se comportaron con un sincretismo que de ninguna manera hallaría aprobación divina. Patrocinados por los sacerdotes levitas enviados para instruirlos en la ley de Dios, ellos creyeron mejor jugar a dos puntas, "temiendo a Dios" y adorando sus dioses e ídolos.
    La historia de Israel como nación es un ejemplo para la iglesia hoy en día, tal como lo expresó Pablo a los corintios (1 Cor. 10:11- 13); y el Espíritu Santo tuvo razón en incluirlo como recordatorio pues la decadencia espiritual de la iglesia se debe en parte al mismo sincretismo que utiliza para mantener una declaración de fe absolutamente bíblica juntamente con una práctica absolutamente carnal, humanista e hipócrita. Es que acaso ¿hace falta explicarlo cuando en las iglesias se canta "Santo, Santo, Santo..." y en la semana se vive en el entretenimiento de la impureza en la televisión, o el vocabulario sospechoso y comprometido con los compañeros de trabajo? Hay tantas maneras de vivir una religión a dos puntas que es altamente improbable que la iglesia sea sal y luz hoy.
    Es que alguien osará quizá decir que la iglesia siempre ha sido así, pero lo que realmente no ven es que ahora se están viviendo los resultados de la impiedad que se ha estado sembrando por años ya. De esta manera ocurrió en Israel, "Así temieron a Jehová aquellas gentes, y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy." (v. 41). ¡Ay! ¡Qué triste legado!
    Estamos experimentando una nueva generación de "creyentes no convertidos" donde es moneda corriente la mezcla de lenguaje y confesiones bíblicas con la conducta y la práctica profana. ¿Eres tu parte de esta generación? ¿Dices creer una cosa mientras que prácticas otra? Ahora lo puedes seguir pasando por alto pero cuando des cuenta ante Dios no habrá admisión de dualismo alguno. Mira lo que vas a hacer, la eternidad está a las puertas.

¡Dios te bendiga!

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martes, 14 de julio de 2015

EN EL FONDO DEL MAR

"¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados."- Miqueas 7:18-19

    Cuando en la aldea de Moreset nació Miqueas, los flamantes padres le pusieron ese nombre a su hijo con la esperanza de comunicar el mensaje que creían Judá precisaba con urgencia: Tenían un Dios incomparable. "¿Quién como Jehová?" es el significado de su nombre. No es nueva esta verdad en la escritura (Exod. 15:11; Sal. 35:10; 71:19; 77:13; 89:6; 113:5) Y es que al final de su profecía él expresó con su propio nombre la pregunta retórica cuya respuesta tantos aún se esfuerzan en suplantar por ideas humanas.
    Pocos pasajes de la Biblia destilan tanta teología como estos versículos. "Los judíos ortodoxos los leen en el día de la expiación seguido a la lectura del libro de Jonás" (Constable). El profeta destaca el deleite de Dios en tener misericordia aún con una nación impía. 
    Dos cosas al menos deseamos destacar en este día. En primer lugar, que no hay condición pecaminosa que Dios no pueda perdonar porque pecado, maldad y transgresión son lo términos utilizados para describir la condición del pueblo. Son muchos los que viven pensando más en su culpabilidad que en la grandeza del Dios que perdona. No sólo no se dan cuenta que la culpa que sienten jamás es proporcionalmente directa a sus pecados, ya que  en verdad son peores aún de lo que creen; sino que no perciben ni disfrutan del Dios que es mucho mayor que sus iniquidades, y que puede perdonarlas.
    En segundo lugar, aprendemos acerca de la capacidad de Dios en olvidar y en hacer desaparecer el pecado. Y es que otra vez se trata de él y no de nosotros. El olvida y deshace; nosotros recordamos y fabricamos culpabilidad. Dios limpia la iniquidad, nosotros persistimos en destacar la mancha; Dios echa en lo profundo del mar nuestros pecados, nosotros tratamos de mantenerlos a flote. Las religiones del mundo siguen promoviendo esfuerzos para lograr lo que solamente Jesucristo puede hacer: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." (1 Jn. 1:9).
    Deja de luchar y porfiar con tus ideas y empieza a creer lo que Dios ha declarado de sí mismo: Perdona y olvida.

¡Dios te bendiga!

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lunes, 13 de julio de 2015

CUANDO LLEGA LA LUZ

..."al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos"... "He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí"  - Isaías 9:1b-2; 12:2

    Los capítulos 9 al 12 de Isaías conforman el final de una sección donde el juicio por los pecados de la nación y la futura restauración de la misma son el tema predominante. Israel recibiría la retribución de su impiedad por mano de Asiria, instrumento de Dios para tal fin. Los primeros en sufrir la devastadora fiereza del ejército asirio fueron las provincias del norte, que incluyeron a Galilea (Galaad)
    Pero cuando Isaías contempló la salvación de la nación, vió el futuro más glorioso y la salvación más eficaz como la "gran luz" que resplandeció en los que moraban en tinieblas, porque así describe el profeta a los afligidos en sus pecados. Sin luz, sin esperanza y sin intenciones de cambiar de condición, Dios tomó la iniciativa; "Dios es salvación mía" -declara Isaías con certeza.
    Si persistes en la lectura de la escritura, llegas al evangelio de Mateo donde definitivamente la "gran luz" aparece en la persona de Jesucristo; "Jesús... volvió a Galilea... para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Galilea de los gentiles; el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció." (Mt. 4:15-16)
    De manera que este es el cumplimiento más importante de esta verdad, Jesucristo es la luz y él es la salvación de las consecuencias del pecado y las tinieblas del hombre. Toma nota una vez más de lo que dice el pasaje de hoy, pues habla de los que "moraban en tierra de sombra de muerte"; una sombra es la figura de una realidad. Tu no puedes ignorar esto, no es sensato ni provechoso. Piensa en tu alma separada de Dios y cómo todos los esfuerzos que has hecho por iluminarla han sido inútiles y en vano.    Probaste medicación, gastaste dinero probando música de la naturaleza que te relaje, o filosofía y gimnasia oriental, o control mental, o terapias alternativas; probaste ignorar todos tus problemas de mil maneras y sin embargo, allí estás aún, en tinieblas y queriendo negarlo.
    Ahora ya lo sabes, Jesús es la única luz que alumbra al hombre porque no solamente le muestra cómo es sino que también lleva sus pecados sobre su propia vida en la cruz. Te animo a creer este mensaje de aquél que vino "para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte" (Lc. 1:79) porque él mismo dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." (Jn. 8:12)

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domingo, 12 de julio de 2015

CONTROL DE CALIDAD

"Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. Jehová entonces me dijo:¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más." - Amós 7:7-8

El control de calidad es un hecho indiscutible para cualquier producto que pretende tener una imagen favorable en la cadena comercial de cualquier país. Para que esto funcione adecuadamente se precisa una norma imparcial que regule cada producto conforme a la categoría que le corresponda, y que asegure la calidad del mismo en el mercado. 
Cuando el profeta Amós tuvo revelaciones de Dios sobre el castigo que daría a Israel, fueron tres visiones seguidas. En las dos primeras, Amós intercedió por la nación, pero en la tercera no pudo hacerlo. Es que no podía discutir de ninguna manera el estándar que se le mostraba: Dios estaba sentado en un muro hecho a plomo, e Israel sería probado con la medida divina y no con la que ellos inventaban. El resultado era determinante y Amós no podía interceder por ello.
Cuando la palabra de Dios ha dejado de ser la regla y norma que define nuestra calidad y condición espiritual, entonces inventamos las nuestras, que inclusive llegan a ser "superiores" a las de Dios según la baja condición espiritual del corazón. Discutimos la escritura y porfiamos sobre conductas que queremos justificar; pero la plomada de Dios tendrá la última palabra y no habrá manera de cambiarlo. Ella te dirá que la música que oías no honraba al Señor, te dirá que las películas que veías entristecían su corazón; la plomada de Dios mostrará tu equivocado concepto de lo que es un cónyuge fiel; de lo que significa un compromiso con la iglesia local, o lo que es perdonar al prójimo. Pero sobre todo, ella mostrará si tu concepto de estar justificado ante Dios es el correcto. 
Como no pudo Amós hacer nada para cambiar esto, tampoco podrá hacerlo por ti ningún pastor ni líder religioso; será una cuestión entre tu y Dios. Recuerda, "Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los corazones." (Pr. 21:2). Usa la palabra de Dios para evaluar tu vida, que no tengas que oír el dictamen divino: "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto." (Dn. 5:27). 

¡Dios te bendiga!

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sábado, 11 de julio de 2015

EL TREN DE LA ETERNIDAD

"Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel." - Amós 4:12 

    Años atrás, si el lector hubiera tenido la chance de viajar en tren en Buenos Aires, Argentina, desde Ezeiza a Constitución; próximo a llegar a la estación Avellaneda podría leer en letras bien grandes la frase "Prepárate para venir al encuentro de tu Dios", escrito sobre un gran paredón blanco perteneciente a una iglesia evangélica cuyo fondo da hacia las vías del ferrocarril Roca. Cientos de miles de personas han leído y leen día tras día esta ineludible verdad para todo ser humano no importa su edad ni sexo.
    Cuando el profeta Amós dirigió esta exhortación a Israel evocó la preparación de la nación para recibir el pacto en el Monte Sinaí (Éx. 19:11,15), un acontecimiento memorable sin duda. Pero esta fue una exhortación particular de parte del mensajero oriundo de Tecoa, pequeña villa al sur de Jerusalén, porque era el broche final de una serie de continuas advertencias de Dios para la nación que incluyeron toda suerte de llamados de atención con desastres climáticos, económicos y físicos; y sin embargo no sirvieron porque en cinco oportunidades Amós dice: "mas no os volvisteis a mí" (4:6-11).
    No hay un sólo ser humano que podrá objetar este llamado a prepararse para la eternidad, Dios obra de manera constante mostrando al hombre su bondad y misericordia por medio de cientos de formas pero especialmente a través de la palabra del evangelio y el mandato al arrepentimiento. Jesucristo ya ha venido al encuentro del pecador, a buscar y salvar lo que se había perdido. Quien oye y cree el mensaje de las buenas nuevas estará definitivamente preparado para venir al encuentro de Dios, no hay otro camino, ni verdad, ni vida que no sea Jesucristo.
    Puede que tú hayas pasado un sinnúmero de situaciones que han derivado en que ahora tengas una Biblia a mano para leer y conocer la gracia de Dios para salvación; no deseches esta gracia y pon tu confianza en Jesucristo para perdón de tus pecados. Prepárate para venir al encuentro de Dios, no dejes pasar el tren.

¡Dios te bendiga!

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