jueves, 10 de diciembre de 2015

CAMBIO DE VESTUARIO

"Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz." - Romanos 13:11-12

    De vez en cuando se oyen historias graciosas acerca de cómo algunas personas llegan a sus trabajos en la mañana; con una media de cada color, con el peine en la cabeza, con el cepillo de dientes en el bolsillo o algún otro detalle que no deja lugar a dudas que acabaron de levantarse y tuvieron que salir de urgencia para sus labores. Lo que nos hace sonreír en esta descripción, no debería hacerlo en absoluto en lo que respecta a la vida espiritual cuando, como menciona el apóstol Pablo en el pasaje de cabecera, es menester que desechemos las obras de las tinieblas y estemos vestidos con las armas de la luz, espiritualmente hablando. 
    ¿Qué quiere decir Pablo? ¿Por qué habla de esta manera? Un poco de esto lo comprendemos al recordar cómo inició el apóstol esta sección conocida como la "parte práctica" de la epístola a los Romanos; "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." (Ro. 12:1-2). Entonces, al finalizar la primera parte de esta sección práctica que abarca hasta el final de la carta, el apóstol recuerda que la manera de comportarse de los cristianos tiene que ser tan diferente como lo es la vestimenta para dormir y la vestimenta para el diario vivir. Una vida no conformada es una vida transformada. En vista de la venida de Cristo, aquí representada por la palabra "salvación"; el cristiano debe distinguir más y más entre lo santo y lo profano y tener una conducta negativa "desechar las obras de las tinieblas" y una positiva, "vestirse las armas de la luz".
    No hay duda que los cristianos que se duermen, dan lugar a "obras de tinieblas" que generan derrotas personales y mal testimonio y viven con una vestimenta inadecuada para la nueva creación que representan como hijos de Dios. Desechar esto no es otra cosa que un regreso al arrepentimiento y la confesión, tal como lo recuerda Salomón, "El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia" (Pr. 8:13). El cristiano vive en el entorno de la luz, no en el de las tinieblas. Se aparta de los pecados que entorpecen su andar como hijo de Dios de la misma manera que alguien se cambia su ropa nocturna para vestirse con la que usará en el día para su trabajo. El buen testimonio del creyente es un arma de luz para alcanzar a quienes están en tinieblas.
 Y tú, ¿qué vestimenta estás usando? Fíjate que no estés dando la impresión de una persona dormida y descuidada; ordena tus prioridades y toma consciencia de que el Señor está cerca y recibe la exhortación de la palabra de Dios, "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados..." (Col. 3:12)

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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