lunes, 28 de diciembre de 2015

1, 2, 3, PROBANDO...

"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca... El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias..." - Apocalipsis 1:3; 2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22

    Apocalipsis, el último libro de la Biblia; el mundo secular ha creado una visión enigmática, oscura y sensacionalista sobre el mismo. La industria cinematográfica lo ha utilizado para su beneficio vendiendo una imagen sobre su contenido que está muy lejos de la verdad que el libro proclama. Pero incluso también muchos cristianos hallan el Apocalipsis difícil de entender o desarrollar su contenido,  apreciar su mensaje y disfrutar de sus promesas; razón por la cual o no leen, o simplemente ocupan su atención sólo en los primeros capítulos y luego lo abandonan.
    Sin embargo, tal como lo muestra uno de los textos de hoy, "es el único libro de la Biblia que viene con una bendición para el que escucha su lectura y explicación para después responder a su contenido en obediencia" (MacArthur). ¿Cómo puede un libro que contiene una bienaventuranza tan particular y única en su género en los 66 libros de toda la Palabra de Dios, ser un libro sombrío, complejo y que infunde temor? De una sola manera, cuando los que lo leen y lo oyen no tienen relación con su autor. Desde el inicio mismo del libro nos dice que Apocalipsis es "La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos..." (1:1); de manera clara el Espíritu Santo dice que los receptores o destinatarios del libro, son sus siervos (uno de los términos bíblicos para referirse a los cristianos, hijos de Dios - Ro. 6:18).
    Los creyentes, una vez fueron muertos espirituales, pero oyeron la voz del Hijo de Dios, "De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán" (Jn. 5:25). De allí en más, siempre oyeron la voz de Cristo, "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen" (Jn. 10:27). Ahora, al final de la revelación de Dios, oír es una vez más la marca de quienes han entrado en una relación personal con Dios a través de Jesucristo. El Espíritu de Dios habla a su iglesia y solamente oyen los que han sido capacitados por Dios para hacerlo. ¿Te encuentras tú entre ellos? Finalizando el año, ¿sabes que tienes una unión con Cristo o simplemente te parece que la posees? 1, 2, 3, probando.... ¿Oyes el Apocalipsis?

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

2 comentarios :

  1. Digo amén al mensaje. Creo humilde y profundamente que si bien es un libro con un contenido altamente simbólico es tan necesario leerlo como todos los otros libros de la Palabra de Dios. Cultivando siempre una relación real y profunda con ÉL mediante la oración, así serán abiertos los ojos de nuestro entendimiento para comprender y no caer en herejías o en la tentación de dar una nueva interpretación sólo por decir algo novedoso.
    Dios los bendiga.

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    1. Dios te bendiga hermano. Pueden encontrar las meditaciones de BMO en Spotify y YouTube!

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